Cuanto más rápido una organización pueda avanzar en el ciclo analítico, más pronto obtendrá un valor tangible de sus inversiones en esa tecnología, señala Héctor Cobo
(Expansión) – La analítica está prácticamente en todas partes: procesando los datos que generamos cuando compramos, usamos dispositivos móviles, vemos una película en streaming o utilizamos asistentes personales digitales.
La analítica es la que traduce todos esos datos a un lenguaje comprensible, y que le revela a las empresas cosas que de otro modo pasarían por alto. No existe una organización en el mundo que no aspire a ser más veloz, ágil, flexible y quiera innovar y modernizarse.
Al poner en manos de los usuarios más insights derivados del análisis de los enormes volúmenes de datos (Big Data), se enriquecen las aplicaciones y se automatiza la toma de decisiones.
Analítica para todos
Sin duda, toda empresa es una empresa analítica en potencia; cada proceso es un proceso analítico que puede mejorarse; y cada colaborador puede utilizar la analítica. Lo primero que se debe hacer para lanzar un proyecto analítico es contar con los datos a fin de proceder a su análisis, y utilizar los insights resultantes en beneficio del negocio.
Cuanto más rápido una organización pueda avanzar en el ciclo analítico, más pronto obtendrá un valor tangible de sus inversiones en esa tecnología. Este ciclo se fundamenta en tres pilares clave: la gestión de datos, la analítica y la visualización de datos.
La gestión de datos es el primer paso para manejar los grandes volúmenes de información y comenzar un proyecto analítico. Todos los datos que se utilizan en las actividades empresariales necesitan gestionarse lo mejor posible para obtener información confiable que permita tomar decisiones en rubros como el desarrollo de productos, el servicio al cliente, proteger la privacidad de datos e innovar, entre otros.
Por su parte, la analítica hace el análisis de innumerables hileras de números y cifras, y realiza cálculos complejos de forma rápida, poniendo en manos de los usuarios empresariales los resultados para tener una visión amplia de lo que sucede en el negocio y determinar el rumbo que tomará en el futuro.
Finalmente, la visualización de datos hace más comprensible los resultados de los trabajos analíticos. Al visualizar los datos en diferentes tipos de gráficas y tablas, es mucho más sencillo entender los resultados.
La innovación es ubicua
El valor de la analítica radica en su capacidad de permitir a las organizaciones de todas las industrias innovar y modernizarse en diversas áreas. Es el medio idóneo para explorar posibilidades bastante interesantes.
– La analítica puede seguir el comportamiento de los consumidores en los canales físicos y digitales para relacionarlo con las ofertas que van a captar su atención y satisfacer sus necesidades.
– Big Data puede utilizarse para optimizar la logística. Al considerar varios factores que influyen en la velocidad y confiabilidad de la entrega, como el tráfico y el clima, una logística más inteligente puede ayudar a operar de forma más sostenible.
La analítica puede brindar protección de datos. Con el reconocimiento avanzado de patrones y correlacionando comportamientos, los riesgos pueden evaluarse mejor. Ayuda también salvaguardar la privacidad de datos personales.
– Las instituciones financieras combinan la analítica con la inteligencia artificial para gestionar riesgos regulatorios y crediticios, la planeación de capital, y la prevención del lavado de dinero.
– En telecomunicaciones ayuda a combatir el fraude, a comunicarse efectivamente con los clientes en canales físicos y digitales, personalizar ofertas y publicidad, así como optimizar y automatizar las operaciones de las redes.
Con la analítica, de la mano de la inteligencia artificial y el machine learning, los gobiernos están poniendo a trabajar a los datos para mejorar sus resultados para los ciudadanos.
Al dejar atrás los procesos manuales y la utilización de hojas de cálculo, e integrar la analítica a las operaciones y toma de decisiones, se abre un amplio abanico de posibilidades en prácticamente todas las actividades de una organización.
Al mismo tiempo, le permite modernizarse e innovar en un contexto en el que la pandemia aceleró la transformación digital, el trabajo remoto, el comercio electrónico y la adopción a la nube, y en el que no puede darse el lujo de quedarse atrás y poner en riesgo su permanencia en el mercado.
Nota del editor: Héctor Cobo es VP Regional para SAS México, Caribe y Centroamérica, donde su responsabilidad es la supervisión de la región en términos de rentabilidad y crecimiento. Cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector de Inteligencia de Negocios y Analítica. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
Publicado originalmente por: https://expansion.mx/opinion/2022/06/28/analitica-modernizacion-innovacion-empresarial
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