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Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde Europeo, ha anunciado el acuerdo final entre Alemania y la UE

Yhay acuerdoAlemania y la Unión Europea finalmente han alcanzado un entendimiento para sacar adelante la Ley que prohibirá la venta de coches de combustión en 2035… pero con una importante excepción: la de los vehículos que puedan funcionar con combustibles sintéticos o e-fuels.

Hemos llegado a un acuerdo con Alemania sobre el uso futuro de combustibles sintéticos en los automóviles”, explicaba esta mañana Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde Europeo, en lo que parece el último movimiento antes de la resolución definitiva del asunto.

Timmermans no ha dado más detalles sobre el acuerdo que los que anunció en su cuenta de Twitter, donde añade que el siguiente paso será “trabajar para que el Reglamento sobre normas de CO2 para automóviles se adopte lo antes posible“. Es decir, que falta consolidar el acuerdo en un texto final que satisfaga a todas las partes para pasar a la votación final de la Ley.

Lo que pedía Alemania… y lo que quería Europa

La aprobación de la Ley tendrá lugar cuando los Estados miembros voten el texto final, algo que debía haber sucedido a principios de marzo. Sin embargo, Alemania bloqueó esa votación con una última exigencia: que los combustibles sintéticos estuviesen contemplados, de forma explícita, en la normativa.

El gobierno del canciller Olaf Scholz considera que este tipo de carburante, obtenido a partir de CO2 que se extrae de la atmósfera y, por tanto, compensa el que emiten los coches que lo usan, debería ser considerado como válido para que, más allá de 2035, los coches gasolina y diésel pudieran seguir comercializándose.

Con el acuerdo anunciado hoy se entiende que se acepta esta propuesta y, por tanto, a partir de esa fecha habrá coches con motores de explosión… pero esta vez alimentados por e-gasolina y e-diésel.

La tecnología de los carburantes sintéticos está desarrollada, pero no así su fabricación a gran escala. Los fabricantes alemanes, corazón de la industria automotriz europea, son los que están apostando desde hace años por esta alternativa que, por ejemplo, permitiría a las marcas de coches deportivos seguir ofreciendo sus codiciados productos. Y a los propietarios de clásicos, seguir disfrutando de sus joyas de forma legal.

La otra excepción a la prohibición

Si los términos de las negociaciones se mantienen, habrá una segunda excepción a la prohibición de 2035 que afectará a los pequeños fabricantes. Aquellas marcas cuya producción anual sea de menos de 10.000 unidades al año tendrán una moratoria de un año para adaptarse a la medida.

¿Por qué quiere Europa prohibir los coches gasolina y diésel?

Las ‘prisas’ por establecer la frontera 2035 para los coches de combustión en Europa vienen provocadas por los objetivos de reducción de emisiones de CO2 que la Unión se ha marcado… incluso para el corto plazo.

Europa quiere que cinco años antes de ese 2035 las emisiones se hayan reducido en un 55% respecto a las de 1990. Fijar la fecha de la ‘defunción’ de los coches térmicos podría acelerar el proceso de transición hacia los eléctricos y, de ese modo, provocar que la industria automotriz contribuya de forma decisiva hacia el Objetivo 55.

La meta final del camino es que en 2050 la Unión Europea sea neutral climáticamente, de ahí que, para sacar todos los vehículos contaminantes del mercado, se prohíba su venta 15 años antes.

Publicado originalmente por: https://www.marca.com/coches-y-motos/industria/2023/03/25/641ee09dca474144768b4570.html

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