Transporte eléctrico y de hidrógeno.
Con los avances tecnológicos, la industria automotriz ha ido evolucionando para innovar en vehículos que se abastecen de distintas fuentes de energía. Inicialmente, solo se utilizaban combustibles petrolíferos para combustión de vehículos, esto es referente a la gasolina, diésel, gas y etanol. Algunos con mayor impacto ambiental que otros. En nuestro país los vehículos de consumo de petrolíferos siguen siendo la mayoría; somos aún dependientes de la gasolina para la movilidad, por lo que los cambios o incrementos en los precios afectan directamente los bolsillos de la mayoría de los mexicanos. Cabe mencionar que existe en nuestro país un déficit de infraestructura energética para el almacenamiento de petrolíferos y su distribución a pesar de ser la principal fuente de energía para los vehículos de uso privado público y de logística. Los autos eléctricos llegaron para quedarse en muchas partes del mundo, tanto que ya se están convirtiendo en las nuevas tendencias del mercado.
La compañía Tesla por ejemplo tiene mucho más valor de mercado que sus competidores automotrices y se espera que tenga crecimientos constantes. Su competencia ya está incursionando al mercado productos eléctricos con mayor tecnología, por ejemplo, vemos coches que hasta pueden cambiar de color. Desafortunadamente, nuestro país aún requiere de infraestructura para abastecer de energía eléctrica a los vehículos a pesar de que se ha empujado por establecerla en distintas partes del país. Los vehículos eléctricos tecnológicos siguen siendo costosos y en nuestro país los incentivos para su compra no se comparan como en países europeos o en los estados unidos.
La investigación e innovación para el uso de hidrógeno ha incrementado en países asiáticos. Por ejemplo, en Japón la compañía Toyota está impulsando una iniciativa para tratar aguas residuales y convertirlas en combustible a través de motores de hidrógeno. Si esta tecnología es probada con éxito, se podría revolucionar las economías energéticas mundiales y el impacto al medio ambiente, ya que no solo se podrían aplicar en vehículos personales, si no que también en ferrocarriles o en la industria de la aviación. El problema de la contaminación y la falta de agua es crítico para la sobrevivencia humana, es por lo que debemos estar continuamente buscando formas de innovar y prepararnos para el futuro cercano en donde los precios de los petrolíferos aumentan con el cambio climático y el déficit de recursos naturales.
Debemos impulsar el reciclaje y tratamiento de aguas residuales para que nuestras comunidades sean autónomas y puedan sobrellevar crisis de desabasto. Es necesario que como sociedad cuidemos los recursos naturales limitados, pero también que promovamos tecnologías de reciclaje en todos los usos e industrias.
Publicado originalmente por: https://www.elfinanciero.com.mx/monterrey/2023/03/23/lissely-ancira-los-nuevos-combustibles/
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