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Un interesante artículo en The Wall Street Journal, «Is Big Tech’s R&D spending actually hurting innovation in the U.S.?«, se hace eco de un estudio reciente que demuestra que el talento innovador está siendo cada vez más incorporado a grandes empresas tecnológicas en las que, además, su productividad disminuye de manera considerable. Ese talento innovador es cada vez menos susceptible de emprender o de incorporarse a compañías pequeñas, y aunque mejora sus ingresos como media en un 12.6% en el entorno de las big tech, disminuye su producción de innovaciones (patentes, etc.) entre un 6% y un 11%.

Que las big tech, objeto de deseo de toda una generación, se conviertan en agujeros negros para la innovación supone un problema importantísimo. El artículo recoge variados testimonios de innovadores que se incorporaron a grandes compañías tecnológicas, bien por fichaje o por adquisición de sus compañías, y que se encontraron a partir de ahí en entornos intensamente burocráticos, con culturas que dificultaban de manera palpable su capacidad de seguir proponiendo y desarrollando ideas nuevas.

Las conclusiones del estudio coinciden con la observación de la dinámica de las big tech, que tras consolidar su modelo de negocio suelen hacer relativamente pocos cambios al mismo, pero también con las de la mayoría de las grandes compañías: a medida que las compañías crecen, sus incentivos se desvían de la innovación, y se centran más en mantener aquello que perciben que funciona, o en huir de cualquier cosa que suponga un riesgo.

¿Por qué las grandes compañías tienen problemas a la hora de innovar? El tema ha sido abundantemente estudiado, y tiene mucho que ver con la falta de alineamiento de los mecanismos de mercado. A medida que crecen, las compañías se burocratizan y se dotan de estructuras dedicadas a asegurar la continuidad de sus operaciones de manera cada vez más conservadora, al tiempo que los intereses de los nuevos actores que surgen del crecimiento (inversores, directivos, etc.) se orientan al corto plazo y a la minimización de riesgos. Lo que el accionista de una compañía cotizada quiere es que los resultados alcancen las previsiones de los analistas, y todo lo que suponga desviarse de ese objetivo, es de por sí peligroso, una amenaza. El caso de los directivos, que buscan a toda costa mantener unos bonus generalmente vinculados a objetivos que nada tienen que ver con la innovación, contribuyen a la consolidación del mismo efecto.

¿Se han convertido las big tech en agujeros negros, en trampas o honeypots para la innovación, que atraen al talento, lo retiran del mercado, pero tienden a encerrarlo en estructuras que dificultan su labor? ¿Afecta esto únicamente a los Estados Unidos, como postula el artículo, o también a otros países, cuyos innovadores ven a las big tech como un objetivo a alcanzar?


This article is also available in English on my Medium page, «It seems innovative talent just can’t resist the lure of a tech giant»

Publicado originalmente por: https://www.enriquedans.com/2023/04/la-innovacion-y-los-agujeros-negros.html

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