La consultora EY Latinoamérica Norte resalta algunos puntos clave que México debe considerar para satisfacer las necesidades de las compañías de electromovilidad que han manifestado su interés de dirigir sus inversiones y ubicar sus plantas en el territorio mexicano (nearshoring).
Cuando las empresas deciden invertir en ciertos países con el fin de desarrollar, ensamblar y elaborar sus productos, es necesario que el receptor cuente con una serie de aspectos para asegurar el correcto funcionamiento de las operaciones y así cumplir con las expectativas del acuerdo.
Francisco Bautista, Socio Líder de Manufactura Avanzada y Movilidad para EY Latinoamérica Norte, explicó:
Algo que se está observando en la industria automotriz es el ecosistema de manufactura. La Secretaría de Economía informó que la inversión extranjera directa (IED) que captó México el año pasado fue de 35 mil 292 millones de dólares, 12% más que el 2021.
En el reporte de la IED, se menciona que 48 por ciento corresponde a nuevas inversiones (17 mil millones de dólares).
Por sectores, se detalló que 36% de la inversión corresponde al sector manufacturero, donde sobresale la fabricación de camiones y automóviles, entre otros y el sector de transportes con el 15 por ciento.
“Ya no es posible visualizar la fabricación de automóviles de forma aislada e independiente, sin tomar en cuenta los factores alrededor.
Es importante que las empresas puedan contar con una serie de aspectos que complementan este proceso, desde la fabricación, hasta la venta final, por lo que debe ser entendido como un trabajo multidisciplinario”.
Puntos clave para el nearshoring en electromovilidad
Infraestructura. Contar con terreno es insuficiente para poder instalar plantas de producción, por lo que México debe de garantizar la infraestructura de electricidad, agua, vías de comunicación, seguridad.
También, es relevante tomar en cuenta el aspecto de la sustentabilidad, porque las empresas de vehículos eléctricos buscan que sus plantas estén alimentadas con energías limpias.
Así, el ecosistema y las políticas en México deben de ir en línea con estos principios.
Incentivos. En todos los cambios de paradigma, se requieren estímulos positivos para fomentar la compra porque el usuario no siempre está abierto a cambiar de vehículo si es más caro que el actual.
Del mismo modo, para que en México exista un mercado, es necesario contar con todas las facilidades para el consumidor, como estaciones de carga seguras y bien ubicadas.
La base de proveeduría y cadena de suministro son fundamentales. México requiere asegurar que está entendiendo a la industria automotriz como un proceso integral y no únicamente a la parte terminal.
En este sentido, el proceso de fabricación y el talento involucrado cobran relevancia, ya que la forma en que se construye un motor de combustión interna es diferente al tren motriz de un vehículo eléctrico.
A pesar de que son temas que ya se manejan en el país y se cuenta con la maquinaria y el equipo, el reto se encuentra en llevar a cabo los procesos a gran escala.
Al respecto, Francisco Bautista señaló: “México tiene una larga trayectoria de producción automotriz, la cual es una posición de fortaleza para la fabricación de automóviles. Si bien la transición a vehículos eléctricos difiere ligeramente, no por eso México deja de ser un mercado competitivo. Contamos con el talento y tenemos una localización geográfica envidiable”.
Se espera que lleguen más inversiones en el sector automotriz mexicano y mientras el país continúe esforzándose, la modernización de producción de coches eléctricos a gran escala seguirá atrayendo una gran cantidad de proveedores en diferentes áreas al igual que en la cadena de suministro.
Estos cambios permitirán que México continúe siendo una potencia en la industria automovilística.
Publicado originalmente por: https://revistamagazzine.com/ligeros/puntos-clave-para-el-nearshoring-en-electromovilidad/
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