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La reflexión de este mes comienza con la siguiente pregunta: ¿Cómo cumple con las iniciativas de sostenibilidad si no identifica dónde se genera las emisiones y los desechos en su cadena de suministro, o dónde se produce el trabajo en condiciones de desigualdad en su red comercial? ¡Si no puede rastrearlo, no puede medirlo, administrarlo y minimizarlo!

A través de un estudio anual, SAP ha identificado que en compañías con ingresos menores a un billón de dólares están incorporando prácticas de sostenibilidad en las directrices estratégicas que habiliten eficiencia y crecimiento rentable.

El cambio climático, la economía circular y la sostenibilidad han pasado a primer plano en los últimos años y nuestras cadenas de suministro mundiales se encuentran justo en medio de estos desafíos actuando como una gran área de atención en la que podemos tomar medidas para abordar los problemas. Dentro de la cadena de suministro significa revisar todas las gestiones pertinentes y alineadas a prácticas amigables con el ambiente y socialmente éticas de plantas, centros de distribución, proveedores de materias primas. El estudio también reveló la importancia de incorporar prácticas de sostenibilidad y economía circular para incrementar crecimiento en ingresos, incrementar eficiencias y mitigar riesgos que permiten desarrollar capacidades diferenciales y competitividad.

Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el 80% del comercio mundial pasa por las cadenas de suministro. Al colaborar en las cadenas de suministro globales, compradores y proveedores pueden promover principios de inclusión y derechos humanos, incluidos los derechos laborales, y trabajar para mejorar la resiliencia climática, la protección medioambiental, el crecimiento económico inclusivo y las prácticas comerciales éticas.

Las cadenas de suministro, así como el resto de su negocio, no son ajenos a las regulaciones gubernamentales y los requisitos de la industria relacionados con la sostenibilidad. Deben demostrar que cada nivel de su red de proveedores, por ejemplo, cumple con los estándares de reciclaje de plásticos, no utiliza sustancias prohibidas ni peligrosas y está libre de prácticas laborales ilegales, inseguras e injustas.

Un ejemplo interesante de impactos positivos son todas las compañías que están trabajando para la reducción de plásticos. Aunque inicialmente pueden incurrir en costos más altos, suprimir la eficiencia o limitar el crecimiento, esos mandatos pueden desencadenar una serie de ventajas competitivas a largo plazo. Considere el Pacto de Plásticos del Reino Unido, implementado para eliminar los envases de un solo uso problemáticos o innecesarios y ayudar a garantizar que el 100% de los envases de plástico sean reutilizables, reciclables o compostables y que contengan un 30% de contenido reciclado en promedio.

El cumplimiento del pacto de los plásticos resuena con una creciente base de clientes que prefieren marcas sostenibles y una fuerza laboral que quiere trabajar para empresas que impulsan resultados con iniciativas ESG. Además, los inversionistas, desde el mercado de valores hasta los capitalistas de riesgo y las empresas adyacentes a la industria, se ven influenciados por el índice de desempeño de sustentabilidad general de la empresa. Además, las empresas pueden considerar enfoques más eficientes para producir y enviar productos a través de diferentes materiales, nuevos procesos de fabricación o proveedores alternativos.

Por otro lado, las iniciativas de sostenibilidad deben implementarse desde el diseño del producto hasta su retirada del mercado: desde el abastecimiento de materias primas hasta la logística de última milla, e incluso el uso, devoluciones y reciclaje de los productos.

La transformación digital y la creciente sofisticación de la cadena de suministro digital están jugando un papel esencial en la evolución de la transparencia y la sostenibilidad de la cadena de suministro. La administración de los datos, análisis avanzados, inteligencia artificial (IA) y las herramientas de seguridad, como la cadena de bloques y los sensores de identificación por radiofrecuencia (RFID), aportan una visibilidad y una responsabilidad sin precedentes a las cadenas de suministro modernas.

Las empresas tienen ahora una capacidad mucho mayor y también la obligación de demostrar su responsabilidad social corporativa y de compartir las mejores prácticas en las cadenas de suministro ecológicas y sostenibles.

Responsabilidad ambiental que asegura continuidad del negocio

La sostenibilidad de la cadena de suministro consiste en gestionar el impacto medioambiental, social y económico y fomentar las mejores prácticas de control a lo largo de todo el ciclo de vida de los bienes y servicios. Una cadena de suministro sostenible es aquella que integra plenamente las prácticas éticas y responsables desde el punto de vista medioambiental en un modelo competitivo y exitoso.

La responsabilidad ambiental conlleva los principios para que las empresas adopten una estrategia preventiva frente a los desafíos medioambientales, a cómo emprender iniciativas para promover una mayor responsabilidad medioambiental, así como fomentar el desarrollo y la difusión de tecnologías respetuosas con el medioambiente. En cada etapa del ciclo de vida de determinados productos se producen impactos sociales y ambientales en el entorno y en las personas. Esto significa que el control y la responsabilidad son cruciales en cada fase de la cadena de suministro y del ciclo de vida del producto.

Transformación de la cadena de suministro para generar sostenibilidad por tecnologías inteligentes

A medida que la IA y otras tecnologías inteligentes están cada vez más disponibles y marcan la pauta para la transformación para que las máquinas aprendan y resuelvan, lo cierto es que las empresas con visión de futuro se enfocan más en la automatización para mejorar drásticamente sus sistemas de planificación de la cadena de suministro, pero sin dejar de lado la posibilidad de implementar procesos predictivos.

La planificación de la cadena de suministro es un proceso con proyección de un producto, desde la materia prima hasta la distribución y las ventas, con el objetivo de equilibrar la oferta y la demanda. Esta planificación generalmente incluye componentes de ventas y operaciones, inventario, previsión de demanda, respuesta y suministro, reposición impulsada por la demanda y supervisión de la cadena de suministro.

Otro ejemplo para considerar son las compañías de producción de energía. Estas tienen dentro de sus promesas de cuidado al medioambiente la tarea de reducir sus emisiones de metano, un gas aún más contaminante que el dióxido de carbono. Sin embargo, para que la infraestructura pueda procesar y comercializar el hidrocarburo debe tener un esquema de mantenimiento necesario a algunas de sus instalaciones de procesamiento y transporte para evitar su fuga. Esto se puede lograr mediante la automatización y digitalización todos sus reportes de emisiones e integrando información de las áreas de operación para asegurar el cumplimiento de esquemas regulatorios y le califiquen positivamente para obtener acceso a créditos.

En conclusión y como reflexión, la tecnología inteligente ha fungido como aquella luz para prosperar y competir en el panorama actual empresarial, mientras que la capacidad de una cadena de suministro para persistir, adaptarse o transformarse frente al cambio, genera modelos de negocio sostenible que les permite expandir o transformar las capacidades. Esto permite a las empresas de toda la cadena aumentar la flexibilidad, visibilidad y control, sin perder de vista la integración de prácticas viables con el medio ambiente, de balance inclusivo de todo el personal involucrado y libre competencia, siempre enlazadas con los objetivos financieros del negocio dentro de todo el ciclo de vida.

Publicado originalmente por: https://t21.com.mx/opinion/columna-invitada/2023/04/17/seguridad-industrial-mejorar-sostenibilidad-organizacion

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