BMW delegó el trabajo de control de calidad a las máquinas.
En los últimos tiempos, la Inteligencia Artificial está tomando cada vez más protagonismo. Muchas personas la han conocido gracias a procesadores de diálogo como ChatGPT, aunque estos sistemas cognitivos artificiales ya están presentes hace un tiempo. Varias voces se están alzando advirtiendo sobre los peligros de su uso, y quienes auspician que desplazarán a los humanos empiezan a tener un poco de razón.
En la planta de BMW en la ciudad de Ratisbona, al sur de Alemania, la Inteligencia Artificial ahora está a cargo de una tarea que era para los humanos, el control de calidad de la pintura que involucra la inspección, el procesamiento y el marcado de las superficies pintadas de los vehículos donde existan imperfecciones.
Allí, un monitor proyecta patrones de rayas en blanco y negro sobre la superficie de un vehículo, que luego es escaneado por una cámara que identifica cualquier cambio en las rayas reflejadas con una gran precisión. Luego, la computadora almacena digitalmente la posición, la forma y la profundidad del defecto, creando una imagen 3D del mismo.
El paso siguiente es la corrección, que tampoco está a cargo de ningún humano. El trabajo lo realizan cuatro robots que pueden lijar la pintura problemática y aplicar el compuesto de pulido. BMW dice que el uso de Inteligencia Artificial permite plazos de entrega más cortos y un alto nivel constante de calidad de la superficie, y por eso planea implementar esta tecnología en sus otras plantas en todo el mundo.
Por el momento, la IA no es perfecta, y las máquinas podrán ser muy precisas y constantes pero todavía no llegan a la capacidad interpretativa y la sutileza del ser humano. Es por ello que algunos sectores de la carrocería (principalmente los bordes de los paneles y las zonas frágiles como las tapas de combustible) aún requieren a personas para trabajar sobre ellas. En lo frágil está la esperanza.
Estamos viviendo un cambio de paradigma, este problema ya se ha visto cuando comenzaron a implementarse los robots para soldar y ensamblar las partes en la industria automotriz, y si hoy visitas una fábrica, probablemente veas más máquinas que humanos. La tecnología supuestamente nos debería beneficiar para deshacernos de tareas tediosas y tener más tiempo para nuestro ocio y desarrollo vivencial, sin embargo cuando se pone al servicio de las ganancias, pocas personas se benefician y muchas se quedan sin trabajo, un problema con el que indudablemente tendremos que aprender a lidiar cada vez más.
Por el momento, la IA no es perfecta, y las máquinas podrán ser muy precisas y constantes pero todavía no llegan a la capacidad interpretativa y la sutileza del ser humano. Es por ello que algunos sectores de la carrocería (principalmente los bordes de los paneles y las zonas frágiles como las tapas de combustible) aún requieren a personas para trabajar sobre ellas. En lo frágil está la esperanza.
Estamos viviendo un cambio de paradigma, este problema ya se ha visto cuando comenzaron a implementarse los robots para soldar y ensamblar las partes en la industria automotriz, y si hoy visitas una fábrica, probablemente veas más máquinas que humanos. La tecnología supuestamente nos debería beneficiar para deshacernos de tareas tediosas y tener más tiempo para nuestro ocio y desarrollo vivencial, sin embargo cuando se pone al servicio de las ganancias, pocas personas se benefician y muchas se quedan sin trabajo, un problema con el que indudablemente tendremos que aprender a lidiar cada vez más.
Por el momento, la IA no es perfecta, y las máquinas podrán ser muy precisas y constantes pero todavía no llegan a la capacidad interpretativa y la sutileza del ser humano. Es por ello que algunos sectores de la carrocería (principalmente los bordes de los paneles y las zonas frágiles como las tapas de combustible) aún requieren a personas para trabajar sobre ellas. En lo frágil está la esperanza.
Por el momento, la IA no es perfecta, y las máquinas podrán ser muy precisas y constantes pero todavía no llegan a la capacidad interpretativa y la sutileza del ser humano. Es por ello que algunos sectores de la carrocería (principalmente los bordes de los paneles y las zonas frágiles como las tapas de combustible) aún requieren a personas para trabajar sobre ellas. En lo frágil está la esperanza.
Publicado originalmente por: https://noticias.autocosmos.com.mx/2023/05/02/la-inteligencia-artificial-ya-reemplaza-humanos-en-la-industria-automotriz
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