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Con el mercado actual dominado por las ventas online, surgen una serie de desafíos relacionados con la preparación de pedidos procedentes del comercio electrónico. La integración omnicanal, el aumento de los gastos de envío y, en particular, las devoluciones gratuitas de productos son fenómenos asociados con el auge de las compras online. Es precisamente el aumento de este tipo de comercio lo que está complicando la actividad logística.

La comodidad de las compras online junto a unas generosas políticas de devolución, hacen que el pequeño comercio dependa cada vez más para sus ventas de una entrega rápida y una devolución sencilla y cómoda. Logísticamente hablando esto implica implementar prácticas que optimicen los procesos de picking packing. ¿Cómo pueden las pequeñas tiendas lograrlo? Una opción es hacerlo ellas mismas a través de más personal, más infraestructura y un software que automatice adecuadamente el flujo de trabajo logístico, algo que no todos los comercios pueden afrontar. La otra opción pasa por externalizar estas actividades mediante un proveedor de servicios logísticos.

Con un ‘clic’ se inicia el pedido de compra de un cliente que desencadena un proceso en el almacén que debe ser ágil, rápido, eficiente y seguro. Este proceso comienza con la preparación del pedido e incluye actividades como el control de inventario, la búsqueda de artículos y su embalaje. No es casualidad que esta actividad sea la que generalmente genera más costes para los pequeños comercios, especialmente porque se requiere acelerar al máximo los procedimientos para despachar todos los pedidos de manera correcta y rápida.

La correcta gestión de stock es una actividad fundamental que se está volviendo más compleja debido, por un lado, a que debemos utilizar sistemas de almacenaje únicos según la carga en cajas o en palé y, por otra parte, al aumento de los pedidos con artículos diversos, que dificulta las operaciones de selección. De hecho, para procesar este tipo de pedidos de manera rápida, es esencial tener una organización y aprovisionamiento precisos de los productos en el almacén.

Tener un conocimiento detallado del estado del inventario permite una preparación mucho más ágil de los pedidos del e-commerce sin retrasos ni interrupciones. Sin embargo, para garantizar un rendimiento óptimo, también es necesario distribuir eficientemente el trabajo. La preparación de pedidos plantea diversos desafíos. El auge del comercio online ha transformado por completo la forma en que funcionan los centros logísticos, lo cual se hace especialmente evidente al comparar un almacén convencional con uno especializado en comercio electrónico.

El almacén tradicional, en muchos casos para sobrevivir, tuvo que transformarse para adecuarse al nuevo mercado.

Una de las características típicas de la logística del e-commerce son los tiempos de entrega de 24 o 48 horas. A veces incluso menos. La naturaleza dinámica de la preparación de pedidos requiere una optimización de los desplazamientos para aumentar la productividad.

La reducción de errores en la preparación de pedidos es otro punto determinante si tenemos en cuenta la alta tasa de devoluciones de productos que se produce en el e-commerce. Muchas veces estas devoluciones vienen motivadas por una ‘mala’ praxis del consumidor habituado a sencillas políticas de devolución, pero otras veces pueden venir por errores de picking, situación que se debe solventar por parte de las empresas para evitar gastos en desplazamientos, mayor impacto ambiental y un evidente aumento de los costes.

Sincronización constante del inventario

Mantener una sincronización constante del inventario es otro de los retos que diariamente afronta la logística destinada al comercio electrónico ya que los pedidos con diferentes referencias la pueden complicar mucho. Por eso, un software de gestión de almacenes integral que permita controlar el inventario en tiempo real resulta fundamental. Este tipo de software facilita una dinámica de rotación según la época del año y la demanda controlando constantemente la incorporación de referencias mediante el uso de unidades de mantenimiento de existencias (SKU).

En cuanto a los envíos, la logística de última milla es piedra angular para el cumplimiento de los plazos. Es necesario organizarla con precisión para evitar sobrecostes que puedan afectar la competitividad y rentabilidad del negocio.

Todos estos retos no son minúsculos. Por eso cada vez más comercios confían el almacenaje, la preparación de pedidos y su entrega a empresas especializadas que tengan optimizados los procesos con tareas automatizadas e integradas desde la verificación de un pedido hasta su envío. Estas herramientas ahorran tiempo y recursos y mejoran la experiencia del cliente. También permiten la monitorización en tiempo real de los pedidos, manteniendo tanto a los minoristas como a los clientes informados sobre el estado de envío.

Por tanto, externalizando los procesos de almacenaje, preparación, distribución y envíos las empresas de comercio electrónico reducen los costes relacionados con infraestructura, equipamiento y personal, al tiempo que se aseguran un alto nivel de servicio al cliente.

Publicado originalmente por:https://www.logisticaprofesional.com/texto-diario/mostrar/4299683/logistica-e-commerce

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