La industria automotriz mexicana parece tener un nuevo panorama; uno más positivo con impulso como motor manufacturero con la recuperación en términos de producción, exportación y ventas. Luego de haber estado poco más de dos años en un entorno repleto de retos e incógnitas por la crisis de semiconductores y por la ya resuelta controversia comercial con Estados Unidos sobre la interpretación de las reglas de origen en términos del valor de contenido regional (VCR).
En este nuevo panorama, enfocarse en la producción de automóviles eléctricos podría ser un camino para seguir y así detonar el crecimiento de la industria automotriz nacional con las empresas ya establecidas en el territorio y las que buscan relocalizarse (nearshoring).
Con información al cierre del primer semestre de 2023, la producción de vehículos ligeros llegó a un millón 892 mil unidades, lo que significa un crecimiento de casi 14% respecto al primer semestre de 2022.
En cuanto a las exportaciones, en la primera mitad del año se exportaron más de un millón 500 mil unidades, lo que implica un incremento de 11% respecto al primer semestre de 2022.
Respecto a las ventas en el mercado local, la tendencia es al alza, con más de 633 mil vehículos ligeros colocados a junio de 2023, lo que representa un crecimiento de 22% respecto al mismo periodo de 2022.
Cabe señalar que, en los primeros cuatro meses de 2023, las ventas de automóviles eléctricos e híbridos han alcanzado máximos históricos de ventas en el mismo periodo dentro del mercado nacional, superando 17 mil vehículos.
Si bien la participación de los vehículos eléctricos aún representa menos de 5%, el mercado automotor mexicano tiene espacio para crecer a un tamaño mayor. De acuerdo con especialistas de la industria, se espera que la producción de vehículos eléctricos en México aumente considerablemente de 2023 a 2030, alcanzando los 4.6 millones de unidades durante ese periodo.
Como parte de la política mexicana, se contempla entre sus líneas clave el incremento en la producción de automóviles eléctricos, teniendo como objetivo que para 2030 el 50% de los vehículos producidos en el país sean eléctricos. Lo cual se alinea con el anuncio del gobierno estadounidense que tiene como meta para el mismo año, que 50% de su venta de nuevos vehículos sean eléctricos.
Un elemento que mejorará las condiciones existentes de la industria es la inversión que se pueda dirigir a este sector. Con datos al primer trimestre de 2023, fueron destinados casi 2 mil millones de dólares en Inversión Extranjera Directa al sector automotriz mexicano, lo que representa 9% del total de la inversión extrajera dirigida al país, donde 40% proviene de China y 20% de Estados Unidos; el complemento a lo anterior deberá ser la inversión mexicana en infraestructura y energía, donde la participación de todo el ecosistema productivo mexicano debe atenderlo con prioridad.
Si bien las mejoras en las líneas de producción automotriz han traído consigo previsiones favorables y está por superar sus niveles prepandemia, aún hay mucho por hacer en materia de políticas públicas que tengan enfoque en la consolidación de las cadenas de suministros y el incremento de la competitividad con la creación de empleos productivos; donde la velocidad y la amplitud con que se integre el país a la dinámica mundial de producción de automóviles eléctricos será uno de los elementos que defina el futuro de la industria nacional y el nivel de aprovechamiento del fenómeno de la relocalización.
Presidente de Consultores Internacionales, S.C.
Publicado originalmente por: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/julio-alejandro-millan/la-industria-automotriz-debe-retomar-el-vuelo-como-punta-de-lanza/
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