Esta cuestión gira en torno al debate entre reparar o sustituir las piezas del vehículo. Tradicionalmente, optar por la sustitución parecía la decisión más sencilla: una pieza nueva para empezar de cero. Sin embargo, este planteamiento no es el más rentable ni el más respetuoso con el medio ambiente.

En muchos casos, como ocurre en el caso de la fascia o del limpiaparabrisas, la reparación funciona mucho mejor, garantizando una segunda vida a la pieza y concediendo una segunda oportunidad de vida a artículos que, de otro modo, podrían acabar en un vertedero de basura.

Además de ser más respetuoso con el medio ambiente, estudios han descubierto que optar por la reparación puede ahorrar a los consumidores alrededor de 55,000 pesos al año, lo que la convierte en la opción más ecológica y barata.

La perspectiva del taller 

En este sentido, los talleres tienen un gran papel que desempeñar para animar a los clientes a cambiar el antiguo paradigma y optar por reparar cuando sea necesario.

Pero para ello, los talleres y los técnicos deben disponer de las herramientas y los conocimientos adecuados para poder diagnosticar si una pieza puede repararse, especialmente en casos complejos y cuando la sustitución suele ser la opción más fácil y práctica.

Los talleres deberían ver en este cambio de mentalidad hacia la reparación una oportunidad de oro. Los que pasen de sustituir piezas a repararlas se adelantarán a los consumidores que buscan opciones más sostenibles y eficientes en costo, lo que les proporcionará una ventaja competitiva. La reparación de piezas también abre nuevas oportunidades de formación para los talleres, lo que significa que pueden modernizarse y aprender nuevas habilidades.

Al dominar el arte de la reparación, los talleres pueden ahorrar dinero. En última instancia, este cambio supone un ahorro tanto para el consumidor como para el taller.

Los talleres no están solos en esto. Existe tecnología que puede ayudarles a diagnosticar si es posible reparar piezas complejas. Esto permite a los técnicos evaluar con rapidez y precisión los vehículos y tomar decisiones.

Integrar a todos los jugadores, incluyendo aseguradoras

Las aseguradoras son otra pieza clave en este ciclo de la cadena automovilística y de movilidad, y se encuentran hoy en una encrucijada única de retos y modernización. Para dar una referencia más concreta, estudios recientes demuestran que si las aseguradoras aumentaran en dos puntos porcentuales al año el porcentaje de reparaciones frente al de sustituciones en toda Europa, podrían evitarse casi 30,000 toneladas de emisiones de CO2.

La buena noticia es que se están produciendo cambios en el sector de los seguros para cambiar la percepción de las piezas de automóvil reparadas. Las recientes hojas de ruta sobre cambio climático de los Organismos y Asociaciones de Seguros a nivel Nacional e Internacional animan a las aseguradoras a reutilizar, reparar y reciclar las piezas rotas en los siniestros de automóviles. También sugiere a los propietarios que cambien a un modelo eléctrico después de que su coche haya sido dado de baja, en lugar de sustituirlo por otro igual.

En México estamos ante un momento clave, y estoy seguro de que en el futuro cercano podremos observar aseguradoras que ofrecerán incentivos a los consumidores por elegir la opción más sostenible, generando un ganar-ganar que además permita centrarse en ahorrar dinero y ayudar al planeta al mismo tiempo.

Todo regresa al consumidor

A medida que más conductores optan por la sostenibilidad (64% quiere que su próximo coche sea ecológico), ofrecer servicios que se ajusten a estas preferencias sin duda atraerá clientes y fomentará un futuro respetuoso con el medio ambiente de forma consistente.

El sector automotriz es uno muy competitivo, en el que talleres y aseguradoras compiten en todos los aspectos: desde el precio, hasta en la experiencia del cliente. Esto significa que las empresas tienen que buscar formas de diferenciarse, de innovar y mantener una reputación. Aquí la sostenibilidad se perfila como el factor diferenciador por excelencia para tener una base de clientes fieles, puesto que hoy los consumidores buscan empresas que priorizan activamente la sostenibilidad.

De cara al futuro, es importante saber que aún queda mucho por hacer para redefinir la sostenibilidad de los sectores automotriz y de seguros de manera conjunta, empezando por ser creativos para evitar repetir antiguas prácticas. De hecho, ser ecológico no siempre significa ser más caro; puede ser el catalizador de un futuro más rentable, fiel y competitivo.

* Jaime Silvela es director de Desarrollo de Negocios Globales en Solera y responsable de liderar el despliegue e implementación de la estrategia de Inteligencia Artificial (IA) en España, Portugal y Latinoamérica.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

Publicado originalmente por: https://businessinsider.mx/ecologia-sostenibilidad-industria-automotriz-opinion/