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La manufactura inteligente tiene el potencial de revolucionar la industria automotriz, permitiendo a los fabricantes mantenerse al ritmo de las cambiantes demandas de los consumidores. Con tendencias como los vehículos eléctricos, la conducción autónoma, la movilidad compartida, los vehículos conectados y las actualizaciones habilitadas por software cada vez más populares, los fabricantes de automóviles deben adaptar sus procesos de producción para incorporar estas características. Esto requiere una transformación radical de las operaciones de fabricación y la capacidad de adaptarse rápidamente a nuevas tecnologías, diseños y requisitos del cliente.

La introducción de vehículos eléctricos plantea desafíos únicos para los fabricantes. Estos vehículos tienen diseños y trenes de potencia diferentes, a menudo incorporando materiales compuestos ligeros. Además, se requieren nuevos socios de la cadena de suministro para proporcionar componentes críticos como las baterías de iones de litio. De manera similar, el desarrollo de vehículos autónomos requiere sensores avanzados y software de inteligencia artificial para la toma de decisiones en tiempo real. Los datos recopilados por estos sensores deben procesarse a bordo del vehículo, lo que requiere una gran potencia informática y algoritmos sofisticados.

El concepto de movilidad compartida está evolucionando, con los vehículos autónomos desempeñando un papel clave. En lugar de llamar a un taxi o usar servicios como Uber, los usuarios podrán convocar un automóvil autónomo compartido bajo demanda. Este cambio hacia la movilidad compartida requerirá que los fabricantes repiensen sus procesos de producción y consideren las necesidades específicas de estos vehículos.

Los vehículos conectados ofrecen oportunidades para que los fabricantes brinden servicios proactivos y mejoren la experiencia de conducción en general. Además de la monitorización remota, la siguiente etapa de los vehículos conectados implicará la comunicación entre vehículos, lo que puede ayudar a prevenir accidentes, reducir la congestión del tráfico y mejorar el medio ambiente. Los fabricantes deben mantenerse actualizados con los cambios del mercado e incorporar estas características de conectividad en sus líneas de producción.

Las actualizaciones habilitadas por software también han transformado la industria automotriz. Ahora los fabricantes ofrecen características como servicios, lo que permite a los clientes acceder a características premium mediante modelos de suscripción. Este cambio hacia vehículos definidos por software permite actualizaciones más frecuentes y ciclos de producto más cortos. Los fabricantes deben adaptar sus procesos de producción para acomodar estas actualizaciones y aprovechar los últimos desarrollos de hardware y software.

Para apoyar estos cambios, los fabricantes deben adoptar prácticas de manufactura inteligente. Tecnologías como los modelos digitales y la puesta en marcha virtual pueden facilitar la reconfiguración de las celdas de trabajo, los procesos de producción y los flujos de trabajo de la fábrica. También pueden ayudar a los fabricantes a colaborar con nuevos socios de la cadena de suministro y trabajar con nuevos materiales y componentes. La manufactura inteligente permite la flexibilidad para adoptar nuevas tecnologías, satisfacer las demandas de los clientes y producir una mayor variedad de modelos de vehículos.

En conclusión, la manufactura inteligente es esencial para la industria automotriz para mantenerse al ritmo de las demandas cambiantes de los consumidores. Al implementar tecnologías que permitan la flexibilidad, la colaboración y la sostenibilidad, los fabricantes de automóviles pueden navegar con éxito por el cambiante panorama y llevar la industria hacia adelante.

Fuentes: PwC, National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) del Departamento de Transporte de los Estados Unidos.

Publicado originalmente por: https://zbr.com.mx/sin-categoria-es/the-impact-of-smart-manufacturing-on-the-automotive-industry/366642/

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