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En este cambio disruptivo, México se posiciona como un actor clave, aunque no siempre es mencionado sobre los autos eléctricos.

Vientos de cambio soplan en el mundo del automóvil, marcando el inicio de una nueva era eléctrica. En este cambio disruptivo, México se posiciona como un actor clave, aunque no siempre es mencionado. Según un pronóstico cargado de electricidad, se anticipa que las ventas de vehículos eléctricos en México se tripliquen para el 2026. Desentrañamos el alcance de esta tendencia y sus repercusiones para la economía general y el ecosistema automotriz mexicano.

El gran fabricante latinoamericano

México es un gigante en la industria del automóvil, un sector que genera alrededor del 3 % de su PIB y emplea a más de 847.000 personas. Es el cuarto mayor exportador mundial, le otorga una ventaja competitiva en el incipiente segmento del coche eléctrico. Se estima que las ventas del auto eléctrico en México ascenderán, de las 15.000 unidades que se vendieron en 2020, hasta las aproximadamente 50.000 de 2026.

Este crecimiento exponencial en la valoración bursátil de los fabricantes. Un ejemplo es el precio accion Tesla, empresa líder a nivel mundial en la fabricación de autos eléctricos, que a menudo se considera como un indicador indirecto del sentimiento global hacia estos automóviles. La creciente cotización bursátil refleja optimismo respecto al futuro de los autos eléctricos.

Industria y gobierno trabajan de la mano

Este salto evolutivo puede ser atribuido a tres áreas fundamentales: políticas gubernamentales, comportamiento del consumidor e innovación industrial. El gobierno mexicano ha jugado un papel decisivo promoviendo incentivos fiscales y subvenciones para vehículos eléctricos, y creando infraestructuras de recarga.

La propia industria también ha sido determinante en este cambio. Los fabricantes mexicanos están cambiando de rumbo hacia el eléctrico. Por su parte, empresas como General Motors, Ford o Chrysler se comprometieron a realizar inversiones sustanciales en sus plantas mexicanas. Además se espera que lleguen nuevas fábricas de eléctricos.

¿Y qué hay de los consumidores? Cada vez hay más compradores con conciencia ecológica que muestran interés por el eléctrico. Su afán por disminuir la huella de carbono es responsable de la creciente demanda de estos automóviles.

Un viaje eléctrico lleno de desafíos pero optimista

La travesía hacia un futuro electrificado en México, sin embargo, no está exenta de obstáculos. Los retos principalmente están relacionados con la infraestructura, la accesibilidad y las percepciones generales. La escasez actual de infraestructuras de recarga puede ser un impedimento para una transición acelerada. A pesar de las iniciativas del gobierno, aún son escasos y distantes los cargadores públicos. Además, si bien existen subvenciones gubernamentales para adquirir autos eléctricos, el coste elevado sigue siendo una barrera para muchos.

 

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