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Las cadenas de suministro atraviesan retos importantes a los que se suma, gracias al calentamiento global, una serie de acontecimientos y fenómenos naturales que ponen en jaque el abasto de bienes y servicios para la población.

México es susceptible de los efectos adversos que provocan fenómenos meteorológicos como temblores, inundaciones, olas de calor y, especialmente, huracanes, como el más reciente ocurrido en las costas de Guerrero, “Otis”, de categoría 5, que devastó al popular balneario de Acapulco, entre otras poblaciones de la región.

En estos casos, salvaguardar la vida humana es prioritario, pero la recuperación de la actividad socioeconómica de la población y de las empresas es un tema que viene un paso atrás, por lo que especialistas en cadena de suministro consultados por T21 han sugerido que el sector logístico debe desarrollar un plan de contingencia para estar preparados para enfrentar estos sucesos y sus retos asociados.

El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) ha clasificado a los eventos climáticos extremos y los desastres naturales como las dos perturbaciones económicas y comerciales más probables para los próximos 10 años.

Tan solo en el país, el resumen ejecutivo del estudio Impacto Socioeconómico de los Desastres en México durante 2022, publicado por el Gobierno federal, señala que en ese año ocurrieron 570 acontecimientos de esa índole, generando daños y pérdidas por 16 mil 600 millones de pesos, es decir, el 0.1% del PIB registrado.

Christian González, director de Transporte de Nestlé, señala que ante estos sucesos es inevitable un impacto económico en el negocio de las empresas, ante la necesidad de cambiar rutas o medios de transporte para no cortar la cadena.

REACTIVACIÓN

Miguel Guzmán, director general de PISVI Mobility, comenta que uno de los puntos más importantes que deben considerar las empresas es un análisis de riesgo del negocio, incluso un plan financiero establecido en el que se determine cómo se debe actuar en estas situaciones.

“Por ejemplo, en el tema financiero qué vamos a hacer si hay una inundación, si nos quedamos sin producto por el tema de rapiña, si hay un daño estructural. Se debe tener un plan de acción, un plan financiero de dónde vamos a tomar recursos para hacerlo, cómo vamos a trabajar primero con nuestra gente, asegurar que estén en las mejores condiciones, ayudemos primero ahí para que después nos ayuden a levantar el negocio”, dijo.

Posteriormente, para echar a andar este plan se debe asegurar la integridad física para después reactivar las cadenas de suministro…

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