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La adopción de nuevas tecnologías podría reducir las emisiones de CO2 en un 30% de acá a 2050.

Por Sofía Yrigoyen, Sustainability Development Leader en Schneider Electric

Luego del primer Balance Mundial sobre los objetivos del Acuerdo de París, que se presentó en el marco de la reciente COP 28 en Dubai, los resultados indican que el mundo no va por buen camino, y las emanaciones que provienen del sector energético representan alrededor del 70% de las emisiones de carbono, que no colaboran. Afortunadamente, existe un enorme potencial sin explotar para desplegar tecnologías que ya se encuentran disponibles y resultan más eficientes y sostenibles para industrias, edificios, hogares y transportes, además las mismas resultan entre 3 y 5 veces más rápidas de lo previsto actualmente.

Una vez más, el desafío es promover la transición equitativa hacia el net-zero, impulsada por la colaboración de los sectores público y privado. Altos ejecutivos de empresas y líderes de Gobiernos y de la sociedad civil para analizar de qué manera pueden ayudar a establecer enfoques y soluciones que permitan avanzar hacia la reducción de emisiones de carbono que permitan limitar el calentamiento global a 1.5° en los próximos años.

En este escenario, la innovación desempeña un papel crucial para la mejora de la eficiencia del sistema energético. La adopción de nuevas tecnologías podría reducir las emisiones de CO2 en un 30% de aquí a 2050. La electrificación es inevitable, y se prevé que la electricidad represente una parte importante del consumo final de energía para los próximos 25 años.

Sin dudas, para transitar con éxito ese camino es necesario el involucramiento de todos los actores, especialmente de quienes pueden impulsar políticas públicas. Las medidas relacionadas con la demanda, como la optimización del uso de la energía mediante tecnologías digitales, desempeñan un papel importante en la reducción de las emisiones. En las próximas tres décadas, la electricidad sustituirá cada vez más al carbón y al petróleo.

Los últimos encuentros sobre el clima han puesto cada vez más de relieve el papel fundamental del sector privado a la hora de impulsar la acción por el clima. Hasta la fecha, 6.456 empresas globales han asumido compromisos climáticos, aunque solo 3.696 se ajustan a los objetivos de cero emisiones netas validados por la iniciativa Science Based Target (SBTi, septiembre de 2023) Al mismo tiempo, siguen aumentando las regulaciones ESG y la presión para desarrollar e informar sobre acciones mensurables y transparentes.

Por su parte, los aspectos vinculados a la financiación y compensación de la huella de carbono son siempre puntos de seguimiento clave cuando se trata de crear compromisos con un mundo más verde. Así también, la discusión sobre cómo anticipar el impacto climático, la cual comienza a ganar cada vez más protagonismo, con foco en las soluciones posibles y el desarrollo de talentos con habilidades en sustentabilidad.

En este sentido, un reciente estudio elaborado por Schneider Electric y la Universidad de Boston, concluye que se puede crear más de 2 millones de nuevos puestos de trabajo en Europa y Estados Unidos mediante la adopción de tecnologías de energía limpia en edificios nuevos y modernizados, incluyendo edificios residenciales, hospitales, hoteles, oficinas, comercios y de formación.

No cabe dudas, la electrificación es inevitable y consigo la adopción de nuevas tecnologías que permitirá reducir las emisiones de CO2 en un 30% de aquí a 2050. Frente a ello, la innovación y el desarrollo de tecnologías y nuevos talentos juega un papel clave en la mejora de la eficiencia del sistema energético y en la construcción de un mundo más sostenible.

Publicado originalmente por: https://www.ambito.com/energia/cop-28-el-papel-la-innovacion-frente-al-calentamiento-global-n5901504

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