En tiempos de la Cuarta Revolución Industrial y en la efervescencia del “nearshoring”, la economía mexicana retrocede -en mala hora- en el Índice Global de Innovación (IGI) que incluye 132 países.
En tiempos de la Cuarta Revolución Industrial y en la efervescencia del “nearshoring”, la economía mexicana retrocede -en mala hora- en el Índice Global de Innovación (IGI) que incluye 132 países.
En este influyente Índice -edición 2023- sobresalen las economías más innovadoras como: Suiza, Suecia, Estados Unidos y Singapur.
De acuerdo con el IGI, aquella economía que reporte los mayores niveles de innovación puede obtener un puntaje de hasta 70 y la que exhibe “pobreza innovadora” alcanza apenas un 10.
Puede decirse entonces que la economía mexicana está “a media tabla”, pero más que mejorar, va para abajo pues tenía hace poco más de cinco años un puntaje de 35.34 y actualmente uno de 31; estos es 4.34 unidades menos.
El IGI es una referencia de primer orden para medir el desempeño de las economías en el gran tópico de la innovación.
La edición 2023 se nutrió de 80 indicadores con el fin de dar un sólido seguimiento de las tendencias mundiales de la innovación en 132 economías.
La idea es que los resultados obtenidos den luz a las instancias encargadas de formular políticas y a los dirigentes empresariales para así promover el ingenio de las personas.
Los indicadores en cuestión recaen en siete categorías: Infraestructura, Instituciones, Productos Creativos, Sofisticación de Mercados, Tecnología y Conocimiento, así como en Investigación y Capital Humano.
En la clasificación anual, China -única economía de ingreso medio entre las 30 primeras del Índice- ocupa el doceavo puesto, seguida de Japón que aparece el treceavo sitio.
Finlandia, situada en el sexto, sigue una tendencia al alza junto con Dinamarca en la novena posición y Suecia en la segunda.
En los últimos 10 años, Indonesia, lugar 61, se une a China, Turquía, sitio 39, la India 40, Vietnam 46, Filipinas 56 y la República Islámica del Irán 62, en el grupo de economías de renta media que más rápido han ganado posiciones en la clasificación referida.
En los últimos cuatro años, y desde que comenzó la pandemia, países como Mauritania, lugar 57 -uno arriba de México-, Indonesia, Arabia Saudita, Brasil y Paquistán, son los países que más han ascendido en la clasificación.
Un total de 21 economías han obtenido mejores resultados de lo esperado en innovación en relación con su nivel de desarrollo, la mayoría situadas en el África subsahariana y el Sudeste asiático, Asia oriental y Oceanía.
La India, la República de Moldova y Vietnam mantienen resultados destacados en innovación por decimotercer año consecutivo. Indonesia, Paquistán y Uzbekistán enseñan por segundo año sus mejores números, y Brasil, por tercer año consecutivo.
¿Por qué México no levanta?
Porque la inversión correspondiente se mantiene estancada en niveles bajos respecto al valor de la economía nacional.
La investigación y el desarrollo es la base para la innovación, para la cual se debe invertir al menos el 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB). Con este porcentaje México empezaría a asomarse entre los más creativos del mundo.
A la fecha los recursos financieros dedicados a la investigación y desarrollo son inferiores al 0.5% del PIB, porcentaje equivalente a unos 5 mil millones de dólares.
Este monto es ínfimo y por ello el País se rezaga respecto a varias naciones latinoamericanas y hasta africanas.
Brasil y Chile figuran en los lugares 49 y 52 del IGI al tener puntajes del 33.6 y 33.3, respectivamente.
México requiere escalar posiciones en el prestigiado Índice para ganar efectividad a la hora de atraer inversiones productivas en la coyuntura de la relocalización mundial de las cadenas productivas.
Debe quedar claro que la geolocalización (ser vecino de Estados Unidos) no lo es todo.
Publicado originalmente por: https://www.elimparcial.com/sonora/columnas/Retrocede-Mexico-en-innovacion-20240109-0001.html
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