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México tiene una cultura creativa y muchísimo talento, pero es necesario crear las condiciones para cultivarlo y detonarlo de modo que sirva de base para las industrias del siglo XXI.

La innovación es el motor del crecimiento económico actual. Es uno de los factores más importantes en la supervivencia de las empresas, especialmente aquellas involucradas en sectores altamente competitivos. La invención e innovación, en cualquier campo, es por sí misma un logro y un avance para la humanidad pero, comercialmente, estos triunfos no son efectivos si no son acompañados de una patente que reconozca y proteja los derechos de su creador.

Actualmente existen canales institucionales para solicitar una patente nacional, así como marcos regulatorios internacionales que extienden la protección de propiedad industrial a todos los países miembros. Nunca había sido tan fácil solicitar una patente y extender su cobertura a tantos países.

Internacionalmente existe una tendencia al alza en solicitudes de patente y, según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), éstas alcanzaron un récord en 2022. Ese año, las solicitudes presentadas a través del sistema internacional de patentes (PCT) alcanzaron las 278,100. El número de solicitudes ante organismos nacionales es aún más impresionante, con 3.46 millones de peticiones registradas colectivamente a nivel mundial.

Es aquí donde se comienzan a ver cambios en los centros de innovación mundial. Durante los últimos 200 años, Estados Unidos y Europa Occidental habían sido el epicentro de la innovación tecnológica, con Japón como una notoria excepción. Dicha característica les permitió dominar el escenario industrial y, con ello, influir en el desarrollo del mundo globalizado. Sin embargo, hoy están cambiando el panorama y los futuros ejes para el desarrollo tecnológico.

China se ha levantado como uno de los más importantes centros de innovación tecnológica. Es el principal país en solicitudes de patentes. Según la OMPI, China presentó 70,015 solicitudes en el PCT, pero las presentadas en oficinas nacionales, ascienden a 1.61 millones, siendo más del 90% de éstas de residentes chinos.

En segundo lugar está Estados Unidos, con 594,340 solicitudes, de las cuales 42.4% corresponden a solicitudes de residentes. Otro jugador que está tomando importancia es la India, en donde las solicitudes a través del PCT crecieron en 25.4% en 2022. Las peticiones ante oficinas locales crecieron 25.2. Actualmente la India se posiciona en el sexto lugar en solicitudes ante oficinas locales y esta tendencia continuará, en especial en campos críticos como la Inteligencia Artificial.

La situación en México

Según datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), en 2022, México acumuló un total de 16,605 solicitudes de patente, de las cuales, 9,698 fueron concedidas nacionalmente. El país ocupa el 14° lugar a nivel mundial, con base en la cantidad de solicitudes en oficinas locales, aunque de éstas sólo 983 fueron presentadas por residentes. En lo que se refiere a patentes dentro del marco del PCT, sólo 190 fueron registradas.

Una gran diferencia entre México y otros países es que no contamos con compañías competitivas propias en el sector tecnológico con la capacidad de empujar las fronteras de la innovación, especialmente a la par de los gigantes a nivel mundial. La compañía china Huawei Technologies, por ejemplo, fue por mucho la mayor contribuyente de patentes ante el PCT en el año 2022. Samsung de Corea del Sur, Qualcomm de Estados Unidos y Mitsubishi Electric de Japón ocuparon los siguientes lugares respectivamente.

México tiene una cultura creativa y muchísimo talento, pero es necesario crear las condiciones para cultivarlo y detonarlo de modo que sirva de base para las industrias del siglo XXI. Es crucial ver el emprendimiento tecnológico no solo como una actividad comercial, sino como una inversión hacia el futuro y valorarlo como tal.

En lo que respecta a México, más y mejor comunicación sobre los procesos y canales para proteger este tipo de propiedad intelectual es esencial. Pero también, el fomento que existe en otras áreas del mundo para elevar una idea hasta una realidad industrial sea en el ámbito público o privado. Para ello, la educación en ciencia y tecnología debería ser un eje central de la política pública y, asimismo, el apoyo para el fortalecimiento de emprendedores en esta área.

Los resultados que ahora cosechan países como los antes mencionados no son inmediatos y requieren de una visión a largo plazo. Debe existir planeación y continuidad por parte de instancias públicas, así como apoyo en la ejecución por parte de la iniciativa privada. México tiene mucho que ofrecer, pero es esencial identificarlo, protegerlo y fomentarlo. La innovación es la carrera del futuro y no solo es necesario competir, sino ser competitivo.

Nota del editor: Marco A. Pinal Bremer es Coordinador de la Licenciatura en Negocios Internacionales en CETYS Universidad. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Publicado originalmente por: https://expansion.mx/opinion/2024/01/17/la-carrera-global-por-la-innovacion

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