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Los automóviles de pasajeros chinos ya han llegado al mercado mexicano con fuerza en los últimos años. Desde la fracasada aventura de FAW con Elektra en 2008, donde aún hay 5,000 compradores atrapados con vehículos para los cuales no hay refacciones ni agencias para su mantenimiento, hasta las iniciativas mucho más exitosas como las de JAC, BAIC y MG.

Las marcas y ventas de autos chinos han crecido hasta alcanzar el 10% del mercado automotor en México en 2023.

Pero ¿Cómo han logrado esta incursión? ¿Ya se fabrican marcas chinas de autos en México? Pues la respuesta es aún no, propiamente dicho. Verán, para poder decir que un auto es fabricado en México, debería ajustarse al término fabricación, y no solo al ensamblaje final del vehículo.

En este sentido, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) reconoce 26 plantas de fabricación de autos en el país, repartidas en 12 estados de la república y de 12 marcas registradas, ninguna de ellas china.

Sin embargo, existen 2 marcas china de ensamble de vehículos (JAC y BAIC), pero no está claro que alguna de ellas esté fabricando en México bajo los mismos términos que las otras 12. Al menos, la AMIA no las reconoce como tales en su información pública.

La importación de vehículos de pasajeros está permitida en México, siempre y cuando cumplan con la Ley Aduanera, el Registro Público Vehicular (REPUVE), las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), la Ley Federal del Impuesto sobre Automóviles Nuevos (ISAN), el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y algunos otros requisitos de comercialización y venta al público.

El impuesto general de importación, al momento de escribir este artículo, es del 20% sobre el valor en aduana del vehículo, sin considerar algunos tratados de libre comercio o preferencia arancelaria que México tiene con algunos países del mundo (China no está entre ellos).

Las empresas registradas dentro del Decreto para el Apoyo de la Competitividad de la Industria Automotriz Terminal y el Impulso al Desarrollo del Mercado Interno de Automóviles (Decreto Automotriz) gozan de preferencias arancelarias en la importación de sus componentes, así como de autos terminados para complementar sus líneas de productos.

Aquellas que no estén inscritas en dicho Decreto Automotriz deben pagar el arancel del 20% en la importación de autos terminados, o importar sus partes y componentes para ensamblarlos en México.

Estos componentes tienen un arancel que va desde el 0% al 25%. Este último arancel del 25% fue añadido recientemente, ya que antes del decreto publicado en el Diario Oficial del 15/08/2023, tenían un límite del 15%.

Sin embargo, al analizar las más de 200 fracciones arancelarias del sector automotriz de la Ley del Impuesto General de Importación, se observa que las partes y componentes automotrices con altos aranceles no superan las 30, lo que significa que importar partes y componentes para luego ensamblarlos en México puede representar un buen ahorro en el pago de aranceles.

Los posibles ahorros dependen en buena medida del nivel de desagregación que tenga el automóvil o sus piezas o componentes.

Aquí me gustaría comentar algo sobre lo que se conoce en la industria como el SKD y el CKD. Un auto enviado a México CKD (Complete Knock Down) significa que está completamente desensamblado. Mientras que si lo mandan SKD (Semi Knock Down) significa que los componentes ya tienen un grado importante de ensamblaje, y en México solo se realiza el ensamblaje final.

Para ejemplificar los ahorros en aranceles, podemos generalizar que un auto enviado a México SKD podría ahorrarle al importador unos 5 a 8 puntos porcentuales en aranceles, mientras que uno enviado CKD podría ahorrarles unos 12 a 14 puntos porcentuales.

Claro, a esto habría que añadirle el costo del ensamble en México, pero, por otra parte, el envío de partes y componentes siempre será más económico en fletes que mandar autos completos.

Esto es precisamente lo que algunos de los que se dicen fabricantes de autos chinos en México están haciendo: solo ensamblan autos con componentes totalmente importados (aunque quizás las llantas las compren aquí), y tal vez por esto es por lo que no son reconocidas como plantas productoras/fabricantes dentro de la industria automotriz mexicana.

Ahora la pregunta sería ¿Ya está el mercado mexicano listo para recibir una verdadera planta de fabricación de vehículos de marca China en México? Pues bien, y aun con lo limitado del mercado doméstico (en México se venden 1.4 millones de autos al año, mientras que en EU se venden 14 millones), creo que ya existen las condiciones para lograrlo.

Una planta mediana, con una capacidad de manufactura de 100 a 150 mil vehículos al año, puede tener una buena recepción en México, incluso con posibilidades de exportación a Centro y Sudamérica.

Esto permitiría a dicha empresa conquistar un 10% del mercado mexicano (equiparable a Nissan, GM o VW) y exportar sus excedentes a Colombia, Brasil, Perú, Chile, Centroamérica, etc. Entonces, ¿Podremos ver pronto una planta de autos chinos con cierto grado de fabricación nacional y armados en México? La respuesta es sí, y creo que dinamizaría el mercado mexicano.

Solo tendríamos que esperar para ver cuál de las marcas presentes ya en México se anima. Pero de lo que, sí estoy seguro, es que la primera que lo haga será la ganadora.

Publicado originalmente por: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/gregorio-canales/autos-chinos-en-mexico-bendicion-o-amenaza/

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