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Persiste en el país un rezago importante para conseguir los objetivos que se tienen en cuanto a generar más talento para atender las necesidades de la industria.

CIUDAD DE MÉXICO (10/05/2024).- Me llama la atención la declaración que hizo en días pasados el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, en el sentido de que “la mentefactura debe democratizarse”. Digamos que es una buena intención que tiene en mente el mandatario local, pero que está, por mucho, lejos de alcanzarse. Y esto lo digo por la existencia de varios factores.

La educación en México, por ejemplo, enfrenta múltiples desafíos, que se ven reflejados en los indicadores educativos.

La cobertura de internet en el país aún no es de 100%; solo 7 de cada 10 mexicanos están conectados a la red, según el último estudio de la Asociación de Internet MX sobre los hábitos de los usuarios de internet en México.

Además, si nos vamos a la industria, la Encuesta Global a Ejecutivos Automotrices, realizada por la consultora KPMG, señala que los fabricantes de automóviles indicaron que se sienten menos preparados que el año anterior para implementar tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial (IA), los gemelos digitales y la robótica avanzada, y solo 12% de los ejecutivos expresaron sentirse extremadamente bien preparados.

Pero volvamos al aspecto de la educación, pues requiere mayor profundización. Existe en este rubro un rezago importante para conseguir los objetivos que se tienen en el país de generar más talento para atender las necesidades de la industria, la cual está teniendo un acelerado crecimiento por el nearshoring. Los números arrojan que alrededor de 50% de los adultos de 25 a 64 años sólo terminó la primaria y que sólo 43% de los infantes a nivel preescolar acude a clases. La deserción escolar se da sobre todo en el bachillerato, según datos del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval).

Además, la prueba del Programa Internacional para la Evaluación del Estudiante (Pisa, por sus siglas en inglés) de la OCDE expone el nulo avance del país en la última década entre los estudiantes de 15 años en matemáticas, lectura y ciencias. Sólo tres de cada 10 estudiantes pueden interpretar sin instrucciones directas cómo se puede representar matemáticamente una situación simple; y casi ninguno tiene un alto rendimiento en la materia para abordar situaciones complejas. Y por si fuera poco, los resultados más recientes de la prueba PISA no difieren significativamente de los observados doce años antes, en 2012.

Y si nos vamos a revisar los números de los egresados de las carreras STEM—por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas—, vemos que aún las cifras son desalentadoras, ya que la escasez de este talento es de 65% en México.

La industria empieza a preocuparse por que se genere el talento necesario que demandan los sectores de la industria, no sólo a nivel licenciatura sino también técnicos especializados.

De hecho, la Industria Nacional de Autopartes (INA)  presentará la próxima semana a las candidatas a la Presidencia de México un documento llamado Diálogos de la Industria Automotriz, en el que se mencionan tres retos; y uno de ellos es justo el talento, “al que llamo happy problem”, dice el presidente ejecutivo del organismo que agrupa a las principales empresas de autopartes del país, Francisco González Díaz en entrevista.

En este sentido, destaca que “tenemos necesidad de mucha gente y la tenemos que preparar”, aunque cabe aclarar que México egresa ingenieros de clase mundial bien capacitados, lo que ha resultado de gran atractivo para las empresas que invierten en el país.

Sin embargo, de ahí a esperar que la Mentefactura ya “se democratice”, cuando el término aún no es siquiera bien conocido, al menos entre las Pymes, pues resulta, por decirlo de algún modo, idealista: estamos muy lejos aún para alcanzar ese propósito. Me parece que el señor gobernador de Guanajuato se apresuró con esa declaración, aunque la inciativa sea solamente para el estado de Guanajuato.

Hasta aquí mi comentario, Vero.

Y antes de despedirme quiero expresarte mi más sincero agradecimiento por la oportunidad que me diste en tu espacio para colaborar y referirme a temas de la industria manufacturera. Este agradecimiento, por supuesto, lo hago extensivo al público al que nos debemos. Muchas gracias, Vero Méndez, y estoy segura de que vendrán otros espacios para poder informar de lo que acontece en este país y en el mundo.

Fue un gusto poder compartiles mis ideas y pensamientos. Gracias. Un abrazo para ti y el auditorio, Vero… ¡Saludos!

Esta columna seguirá publicándose de manera semanal en Vanguardia Industrial, sígame en mis redes sociales y en las redes de este medio B2B.

Publicado originalmente por: https://www.vanguardia-industrial.net/mentefactura-un-concepto-aun-desconocido-para-la-mayoria/

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