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En uno de los mejores momentos para la industria del país, la patronal automotriz plantea encontrar mayores certidumbres entre los gobernantes de México, EE UU y Canadá.

La industria automotriz es uno de los principales motores que mueven la economía de México. Para muestra, solo hace falta ver los resultados de abril de 2024, cuando la producción de autos en el país alcanzó las 358.575 unidades, un aumento de 21,7% a tasa anual. Se trata del mejor desempeño de la industria en los últimos 12 años.

Pregunta. ¿Cuáles son los principales retos para la industria automotriz en un momento tan importante, con elecciones en puerta en México y también en Estados Unidos?

Respuesta. La industria automotriz es el 22% de lo comerciado en el TMEC. Somos el componente individual más grande del Tratado de Libre Comercio entre nuestros países. Pero además, la industria automotriz es la que más ha alcanzado un nivel de integración regional entre los tres países y eso le ha dado a la región, a Norteamérica, un nivel de competitividad muy fuerte a nivel mundial. De hecho, somos la segunda región más competitiva en el mundo en términos de producción y exportación de vehículos. Esto es gracias a 30 años que llevamos desarrollándonos primero con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y a partir del 2020 con el TMEC.

Esto ha sido bajo un paradigma que ya traía la industria históricamente, que es la combustión interna. Hoy estamos ante una nueva realidad, que es el tránsito hacia las nuevas tecnologías de bajas y de cero emisiones, o lo que se ha llamado electromovilidad. El reto es que como región caminemos bien y rápido a transformarnos en una región productora y exportadora de vehículos de nuevas tecnologías, porque eso es lo que nos va a dar la posibilidad de una nueva etapa de desarrollo durante los siguientes 30 a 40 o 50 años.

P. Bajo este esquema de crecimiento, ¿podemos esperar que la industria siga caminando a la misma velocidad y en esa misma dirección?

R. Hay elecciones, pero no nada más en México, en Estados Unidos y también en Canadá. En año y medio, los tres países vamos a tener nuevos gobiernos. México tiene la ventaja de que es el primero que cambia, que elige y a partir del 1 de octubre estará tomando posesión quien sea que haya ganado la elección del 2 de junio. Esto es relevante en la preparación de lo que va a ser la revisión del Tratado en 2026, con tres gobiernos nuevos y diferentes a los que tenemos el día de hoy. Esa revisión es fundamental para la región, pues es la aduana para ver cómo nos mantenemos unidos como región, pero también de cómo generamos las condiciones que faciliten esta integración y no como vemos medidas que restrinjan más la posibilidad de colaboración entre los tres países.

La industria automotriz es el sector económico más fuerte de México. Somos el principal exportador, pero no nada más eso y somos el sector industrial con la mayor cadena de valor en México: 219 ramas económicas están relacionadas con la industria automotriz. Eso es 80% de las actividades del país y esa es la relevancia del sector automotriz para México y eso es lo que hay que tomar en cuenta. Cómo generamos las condiciones propicias de mayor atracción de inversión, de la operación adecuada, de la inversión que ya está y de la capacidad de realizar todas las operaciones de comercio exterior que tenemos que hacer, que nos dan esos ingresos.

P. ¿Cree que el sector público está consciente de la importancia de la industria automotriz para el país?

R. El diálogo que hemos mantenido con el Gobierno mexicano, sobre todo más recientemente, ha sido un diálogo muy abierto, muy franco. Yo creo que sí tienen claridad sobre la relevancia del sector automotriz para México y sobre cómo esto hace más relevante a México en la mesa del Tratado. En los diálogos que hemos tenido con las representaciones de las candidaturas presidenciales también me parece que lo tienen claro. El asunto es cómo logramos una colaboración adecuada hacia los siguientes años, que son cruciales. Hoy se habla mucho del nearshoring y de la relocalización. Esa es una oportunidad coyuntural. La oportunidad de mediano y largo plazo es el tránsito a la electromovilidad, porque la electromovilidad implica nuevas industrias que podrían estarse estableciendo en México para desarrollar la nueva cadena de proveeduría que requiere la electromovilidad. Esa es la oportunidad de largo plazo.

P. ¿Cómo podemos aprovechar esta circunstancia y hacer que repunte la industria en el país?

R. Necesitamos varios componentes. El inversionista internacional busca condiciones propicias para poder invertir en un país o en una región. Nuestra región es por naturaleza, y por los 30 años que tenemos de tratado, una región atractiva. Pero estamos en una etapa de mucho mayor competencia de inversión de lo que era antes y eso sí es generado por la coyuntura: la pandemia, los conflictos armados regionales que afectan las operaciones globales de comercio exterior, por el cambio climático, que está teniendo también consecuencias graves en muchas plataformas de comercio, como puede ser Panamá. En ese sentido, los tres gobiernos tienen que ver cómo generas valor agregado a ese atractivo que ya de manera natural tenemos.

P. ¿Entonces, estamos ya en ese momento?

R. México está muy bien posicionado porque México se creía un país manufacturero, pero ya no es simplemente eso: tan solo en la industria automotriz tienes entre 25 y 30 centros de investigación de desarrollo ubicados en México, que no es algo menor y tienes todo un desarrollo de infraestructura, por ejemplo para el sector aeronáutico también. Pero necesitamos avanzar más rápido. Eso requiere de colaboración entre Gobierno, sector privado y academia, porque los tres están unidos para este tipo de actividades en específico, pero más allá de eso, para que volteen los inversionistas más hacia México que hacia otros lugares.

Ahí es donde hay que hablar, por ejemplo, de la necesidad de una política energética que permita suficiencia de energía, accesibilidad a esa energía, fuentes limpias y renovables y costos competitivos. Para un país exportador como México, eso es fundamental y sobre todo para transitar hacia la nueva etapa de electromovilidad, que son bajas y cero emisiones. Por supuesto, un tema fundamental en todos los tres países es el Estado de Derecho. Cómo vamos a dar certidumbre jurídica a los inversionistas y uno de los aspectos torales de esta certidumbre es el Tratado. Por lo tanto, el Tratado tiene que ser cumplido a cabalidad por los tres gobiernos. Hoy ese es un reto.

P. ¿Qué espera la industria automotriz de la administración pública para avanzar en la electromovilidad?

R. Para llegar a la electromovilidad necesitamos una política integral en México que considere todas las aristas que requiere una oportunidad de la envergadura que es esta y que también incorpore a todas las dependencias que tienen que estar relacionadas, pero con una dependencia que coordine, porque lo que tienes que asegurar es que las diferentes dependencias se hablen entre sí.

La electromovilidad para México primero debe significar la posibilidad de que México siga siendo una potencia automotriz mundial. Por lo tanto, tu primer pilar es producción y exportación. Que México pase de producir vehículos mayoritariamente de combustión interna a producir vehículos de nuevas tecnologías, porque de ahí depende buena parte del impacto económico de la industria. Una vez que empiezas en esa estrategia tienes que irla complementando. ¿Cómo vas a hacer que el mercado se abra más a las nuevas tecnologías? Sensibilizando al consumidor y para eso necesitas estimularlo también, y en tercer lugar, si ya el consumidor está empezando a pensar en nuevas tecnologías, ¿cómo le vas a hacer con la infraestructura que requiere el uso de esas nuevas tecnologías?

P. Hasta el momento, ¿hay disposición de las tres candidaturas para hablar de lo que interesa a la industria automotriz?

R. Ha habido muy buena apertura, hemos hablado con los equipos de campaña, hemos tenido no una, varias reuniones con ellos y en todas han sido sensibles a los temas que hemos puesto sobre la mesa y en todas nos ha quedado claro que sí. Es un tema prioritario y sobre todo hacia esta nueva etapa de bajas y cero emisiones.

P. ¿Cómo destacaría finalmente los logros que ha tenido la industria en el crecimiento de México?

R. En el debate público generalmente se habla de que los principales ingresos de México provienen de las remesas y del turismo. Si vemos los números 2023, la balanza comercial automotriz, es decir, de las exportaciones menos importaciones, el dato neto fue de 108.000 millones de dólares. Mientras que los ingresos por remesas y turismo fueron aproximadamente 80.000 millones de dólares. Estamos 25.000 millones de dólares arriba generando ingresos a México, que lo que se suele manejar como los dos principales ingresos del país. Creo que con ese dato se puede ver la magnitud económica que tiene este sector.

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Publicado originalmente por: https://elpais.com/mexico/2024-05-31/odracir-barquera-director-de-la-asociacion-de-la-industria-automotriz-el-estado-de-derecho-es-fundamental-para-las-inversiones.html

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