Entre la ciudadanía hay disposición para adquirir autos eléctricos, pero intervienen el costo, infraestructura y dudas del rendimiento de la batería.
México requiere de políticas públicas para crear la infraestructura necesaria para el funcionamiento de vehículos eléctricos, y así fomentar la transición a este tipo de unidades, coincidieron los presidentes nacionales de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Luego de participar en la México’s Nearshoring Automotive Industry Summit en San Luis Potosí, Guillermo Rosales Zárate, presidente de la AMDA, manifestó que si bien, de acuerdo a las encuestas que realizan empresas de consultoría, entre los mexicanos hay buena disposición para adquirir vehículos eléctricos, sin embargo no concretan la adquisición por tres motivos principales: el costo, la disponibilidad de infraestructura para carga, y el desconocimiento y ansiedad respecto al rendimiento de la batería.
De acuerdo a proyecciones internacionales, se prevé que en 2030, el 60% de los vehículos comercializados en el mundo sean híbridos y eléctricos, sin embargo para México la expectativa es que el 6% sean eléctricos y 10% híbridos; Rosales Zárate indicó que para incrementar la penetración de los autos eléctricos en el mercado mexicano, es necesaria la alineación de políticas públicas para contar con infraestructura de carga, puesto que poco a poco el precio dejará de ser un factor, “más del 80% de la carga es en casa o el centro de trabajo, es necesario adecuar el marco normativo tanto para la venta de energía eléctrica, que incentive la competencia, la parte de normatividad de estaciones de carga, y disponibilidad suficiente a precios competitivos con generación de energías limpias para el abasto de electricidad”.
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