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Si lo que se quiere es alargar el buen momento de la economía, se debe pensar en el siguiente nivel que es necesariamente el desarrollo de nuevas tecnologías.

Estados Unidos y China pelean por la generación de semiconductores en la actualidad. En este sentido, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, quiere que México entre a la producción de esos chips. ¿En qué parte de México los quiere? ¿Qué fabricará el resto del territorio?

Para empezar, sería conveniente mencionar que planear eso se llama política industrial, la cual es conocida por ser una estrategia popular entre economistas, pero olvidada por el resto de la población, que dejó de escucharse desde hace 20 años aproximadamente, hasta hace poco. Los presidentes se dedicaron más a reaccionar sobre la marcha en lugar de planear sensatamente lo que pueden producir los mexicanos.

Y es en este punto en donde parece que la doctora Sheinbaum lleva muchos meses de adelanto, y sobre todo de estudio y conocimiento acerca de lo que más necesita el país, para encumbrarse en la ruta del éxito y el crecimiento con innovación tecnológica y desarrollo económico, tal y como lo ha referido en múltiples entrevistas su equipo de trabajo.

Y es que, si a la futura administración le sale el plan contenido en el texto “100 Pasos para la Transformación”, que formó parte de la estrategia de campaña de la candidata a la presidencia por Morena, la gente de la península de Baja California tendrá todo el apoyo federal para convertirse en proveedora de la cadena de suministro de chips, útiles para sus smartphones, su coche y el resto de los electrónicos.

En este sentido, esta región del país se convertiría en punta de lanza para desarrollar todo un plan de desarrollo tecnológico en torno a lo que deberían ser las nuevas tecnologías y la movilidad de estos dispositivos hacia Estados Unidos y Canadá. Esta situación haría más robusta la relación comercial entre ambas naciones, y por supuesto, afianzaría a la península de Baja California como un destino de innovación tecnológica muy cerca de la frontera sur de los estadounidenses. algo que, por supuesto, no reprobarían ninguno de los futuros inversionistas en esta clase de proyectos.

“Debe darse prioridad a obras estratégicas de infraestructura en 10 corredores industriales del país”, advierte la próxima mandataria en ese documento.

El Corredor Baja, incluye a los estados de: Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa y la vocación prevista para esa región es la de “semiconductores, generación de energía renovable, turismo y agricultura”, de acuerdo con el documento firmado por la próxima primera mandataria de la nación.

De igual manera, en su diagnóstico inicial en el aspecto relativo al Desarrollo con Bienestar y Perspectiva Regional se menciona que, en alusión al aprovechamiento del fenómeno provocado por la relocalización de las cadenas productivas en el mundo, México puede no solamente aprovechar su potencial geográfico, si no además debe convertirse en un destino atractivo para los inversionistas asiáticos, y en general de cualquier parte del mundo, produciendo y transportando sus mercancías con mayor seguridad y facilidad hacia América del Norte, respetando, en todo sentido, la destacable potencialidad que tiene la región.

“Esta relocalización beneficiará principalmente a América del Norte, dado que es un mercado conformado por 500 millones de consumidores que representan cerca del 30% del PIB mundial. Hoy, América del Norte es una de las regiones comerciales más poderosas y atractivas del mundo”.

También, cerca de la vanguardia tecnológica estarían los ciudadanos del Corredor Bajío u occidente: Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí y Aguascalientes, para los que les preparan un enfoque automotriz, aeronáutico y de turismo, con el propósito de destacarlos como sede de centros de datos, como el recientemente inaugurado por Microsoft, que se ubica en el estado de Jalisco.

Otro corredor que habrá de despertar especial interés hacia la iniciativa privada, nacional e internacional es el denominado AIFA, que incluye a la Ciudad de México, el Estado de México e Hidalgo. Ahí el gobierno apoyará los sectores de dispositivos médicos y de la industria químico-farmacéutica, logística, manufactura especializada, servicios, alimentos y bebidas.

Esta área podría rápidamente despuntar en su producción y almacenamiento de productos, pues varias empresas de los sectores relativos a la salud, ya se encuentran ubicados en las inmediaciones de la Ciudad de México y podrían incrementar sustancialmente sus ventas si logran trasladar sus mercancías con mayor agilidad y fluidez, por medio del AIFA y otro tipo de infraestructura, que seguramente podrían ser trenes de carga.

Por otra parte, el Corredor Frontera norte: Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas mantiene en la actualidad una vocación de autopartes, manufactura y agroindustria que es sumamente atractiva para inversionistas regionales, pero también, pudiera incrementar sus alcances y convertirse en un destino atractivo para los extranjeros, si es que la industria de autopartes logra afianzar un corredor seguro en el traslado de esta clase de insumos hacia el otro lado del Río Bravo.

Por último, se identifica la región del Corredor Maya, compuesto por los estados de Yucatán, Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo, como demarcaciones enfocadas a generar y consolidar la producción de los sectores de servicios como: turismo, energía renovable, agroindustria, alimentos y bebidas. Estas, como logra apreciarse, podrían ser complementos esenciales para el desarrollo regional y comercial de México a nivel internacional si logran potencializarse las producciones alimentarias y sus derivados.

Tan sólo para tomar en consideración el potencial de esta región, en la actualidad en Yucatán, en donde se instalaron Kekén, Bachoco y Grupo Modelo, se sumaron a empresas locales como La Anita. Heineken y Mission Foods quienes, ya anunciaron su próximo arribo, ante el creciente consumo de Cancún y la Riviera Maya, que ya es toda una zona metropolitana.

De continuar las tendencias de crecimiento económico, la demanda en el territorio nacional de productos de primera necesidad habría de ser satisfecha en un horizonte no mayor al mediano plazo, pero si lo que se quiere es alargar el buen momento que la economía nacional está teniendo, se debe pensar en el siguiente nivel que es necesariamente el desarrollo de nuevas tecnologías y cómo generar valor agregado a los productos nacionales. Sólo la innovación es el camino para llegar a esa gran meta.

POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES

PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

@DRLMMA56

Publicado originalmente por: https://heraldodemexico.com.mx/opinion/2024/6/28/la-nueva-politica-industrial-de-mexico-616287.html

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