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Pionero de los coches eléctricos, Elon Musk revolucionó la industria automotriz con Tesla. Ahora les toca a las empresas chinas, encabezadas por BYD, transformarla de nuevo, con repercusiones posiblemente más profundas.

Cuando Musk creó Tesla, en 2003, pocos pensaron que tuviera éxito. Los vehículos eléctricos (VE) no representaban una categoría relevante dentro de la industria. Musk demostró que existía un mercado para los VE y convirtió a Tesla en la automotriz más valiosa del mundo.

Pese a que las ventas de coches eléctricos se dispararon gracias a Tesla, su ritmo de crecimiento se ha desacelerado recientemente. La razón principal es que los coches eléctricos son más caros, en promedio, que los de combustión. Gran parte de las personas que compraron un Tesla (o cualquier otro VE), lo hicieron por sentir que estaban ayudando al planeta (o por sentirse cool). El precio no fue el factor más relevante, pero este tipo de clientes, con poca sensibilidad al precio, se está agotando: de ahí que las ventas de Tesla se estén desacelerando.

Aunque muchas personas se dicen preocupadas por el medio ambiente, la realidad es que pocas están dispuestas a pagar más por un producto ecológico si existe una alternativa similar más barata, sobre todo si tienen recursos económicos limitados. Por eso, para que los vehículos eléctricos lleguen al mercado masivo, deben competir en precio con los de combustión.

Aquí es donde entran los coches eléctricos chinos. En el pasado, las marcas que competían con Tesla lo hacían principalmente en tecnología (aumentando la distancia de manejo sin recargar, por ejemplo). Nadie había podido combinar tecnología con precio. Hasta que llegaron los chinos.

En México estamos viviendo la transición hacia la masificación de los coches eléctricos de una manera más rápida que en otros países. En EU, la rivalidad geopolítica con China ha provocado que el gobierno imponga tarifas de ciento por ciento a la importación de VE de aquel país, lo que los hace prohibitivamente caros para el estadunidense promedio.

México, en contraste, los ha recibido con los brazos abiertos (hasta ahora) y están ganando mercado de manera acelerada. BYD, cuyos orígenes son como fabricante de baterías, se ha posicionado en poco tiempo en nuestro país. Los precios de sus VE ya son competitivos con los de vehículos que utilizan gasolina. Otras marcas, como JAC y MG Motors, también han entrado con fuerza. El problema de México para los coches eléctricos es la falta de infraestructura para cargarlos. Si no es en la casa, las opciones para los propietarios de estos vehículos son muy reducidas.

Musk marcó un antes y un después en la industria automotriz con Tesla. No obstante, la revolución que inició ha estado contenida por el precio de sus coches. Con los chinos, se abre la oportunidad de masificar el esfuerzo de Musk y de acelerar la transición de la industria automotriz hacia un futuro basado en energía sustentable.

Publicado originalmente por: https://www.milenio.com/opinion/julio-serrano-espinosa/apuntes-financieros/crece-revolucion-autos-electricos-inicio-musk

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