El plan es que este vehículo, que se produce entre Iztapalapa en CDMX y Ciudad Sahagún, Hidalgo, llegue a todo el país.
Taruk, que en lengua yaqui significa “correcaminos”, alcanza una autonomía de hasta 350 kilómetros luego de dos horas de carga. El tren motriz eléctrico de éste se produce en Iztapalapa, Ciudad de México, luego es trasladado a Ciudad Sahagún, Hidalgo, en donde es terminado todo el proceso de fabricación.
Roberto Gottfried, CEO y fundador de Megaflux, empresa encargada de la fabricación del tren motriz eléctrico, explica que hasta el momento, éste cuenta con un 68% de Valor de Contenido Regional, cifra que se incrementará a 75% en medio año, puesto que algunos de sus componentes ya se están desarrollando en el país.
Los vehículos chinos se habían colocado como la opción idónea para contar con una movilidad más verde en el país, pero Taruk tiene por objetivo revertir esta tendencia, al mismo tiempo que figura como una alternativa para reducir el uso de vehículos particulares y disminuir el congestionamiento.
Los vehículos chinos también ‘seducen’ a las empresas mexicanas por sus bajos costos Sigma y Grupo Coppel apuestan por los vehículos eléctricos de JAC y Foton para modernizar sus flotillas y cumplir con sus metas de reducción de emisiones.
“Taruk en el mercado mexicano ofrece competitividad de costo con los importados. Al ser mexicano aporta hasta un 90% más al país por conceptos como IMSS, Infonavit, ISR y colocación de recursos humanos en actividades de desarrollo tecnológico hoy inexistente en México en esta actividad específica. Es una solución mexicana para un aspecto crítico de la vida diaria de los mexicanos”, agrega Gottfried a Expansión.
Las pruebas de éste comenzarán en la Ruta 46 de la Red de Transporte de Pasajeros de la Ciudad de México, recorriendo 22 kilómetros en 39 paradas y pasando por las alcaldías Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, aunque el plan es que se ponga a prueba en otras ciudades y su uso se lleve a todo el país.
Taruk busca jugar en un mercado en crecimiento. Este año el mercado de autobuses eléctricos en el mundo alcanzará un valor de 45,000 millones de dólares, cifra que se incrementará a 111,460 millones para 2029, lo que significará un crecimiento de una tasa compuesta anual de 20.9% durante dicho periodo, de acuerdo con un análisis de Mordor Intelligence.
Los principales jugadores a nivel global son Yutong, BYD, Ankai y King Lon. Las dos primeras marcas ya están en México.
Además de Megaflux y Grupo DINA, firma que participa con el ensamble del vehículo, en este desarrollo también participó el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), el Centro de Tecnología Avanzada, el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autonóma de México y la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa. Hasta el momento se cuenta con una capacidad de producir hasta 3,000 vehículos cada año.
De acuerdo con información difundida por Conahcyt, este lanzamiento va en línea con el Plan Sonora que hace énfasis en energías sostenibles y que tiene por objetivo impulsar la industria del litio.
“Si México aspira a una soberanía energética, se debe priorizar el transporte público eléctrico y crecer en capacidad de generación de energía con fuentes renovables para apoyar sectores estratégicos como la movilidad”, agregó el consejo.
Publicado originalmente por: https://expansion.mx/empresas/2024/10/02/taruk-el-primer-autobus-electrico-hecho-en-mexico
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