Después de muchos años de estudiar la industria automotriz y el fenómeno de la electrificación, decidí sumarme a dicha ola como comprador. Escribo pues estas líneas a sugerencia de un colega académico no con la intención de emitir una opinión sobre el auto que adquirí (para esto hay cientos de reseñas disponibles en YouTube y otras páginas web) sino las razones detrás de la decisión; razones que quizá sean compartidos con los miles de compradores de vehículos eléctricos (VE) que se empiezan a sumar, año con año, a las estadísticas de nuestro país.
Quisiera empezar por el primer componente de mi decisión, el económico, sin que esto implique un orden de relevancia. En México, la ley del ISR establece una deducción de hasta 250 mil pesos para personas físicas a lo largo de cuatro años (es decir, 62 mil 500 pesos por año). Para vehículos de combustión interna, en cambio, este monto es de 175 mil pesos.
Adicionalmente, un VE está exento del pago de tenencia en muchos estados del país, incluyendo la Ciudad de México. También están exentos del pago y realización de la verificación vehicular, lo que implica un ahorro adicional. Sobra decir que un VE puede circular todos los días en la zona metropolitana del Valle de México, aún en periodos de contingencia ambiental. Sumemos otro ahorro para aquellas personas que suelen moverse en Uber o Didi durante las contingencias, pues sabemos que sus tarifas suelen incrementarse durante periodos de mayor demanda.
Están también los ahorros energéticos. Dependiendo de donde sea tu carga, el costo del kWh suele estar entre 3.7 pesos (con un cargador en casa) hasta 12 pesos en cargadores públicos. En promedio, un VE consume alrededor de 0.16 kWh por kilómetro en ciudad (en carretera, ¡puede ser mucho más!). Esto implica un costo de entre 0.60 y 1.9 pesos por kilómetro. Sólo como referencia, circular con un coche de combustión interna, que tenga un rendimiento de 12 km sobre litro, al costo de la gasolina el día de hoy, implicaría un costo de alrededor de 2 pesos sobre km recorrido. Con lo cual, un usuario de vehículo eléctrico puede ahorrar hasta 70% de costo energético haciendo sus recargas en casa. Y esto puede ser mayor para aquellos que cuentan con paneles solares.
Y por supuesto aquí también entra el precio como factor. El costo promedio de un automóvil en México ronda los 520 mil pesos. La gran mayoría de las ofertas de VE están por encima de este valor, pero gracias a la llegada de nuevas marcas a México, ya podemos encontrar muchos VE que se encuentran incluso por debajo de este costo promedio.
El segundo componente de mi decisión es ecológico. Ciertamente hay una huella de carbono en la producción de un VE, pero quiero enfocarme en lo que un usuario sí tiene control: las emisiones de CO2 a consecuencia de su uso. En el caso de un VE evidentemente no hay emisiones directas por su uso diario. Sin embargo, sí que hay emisiones derivadas de la generación de energía eléctrica con la que se carga. De acuerdo con cálculos de la Semarnat, en México el factor de emisión es de 438 gramos de CO2 por kWh generado. Se trata de un número alto (en España, por ejemplo, este factor es de 260 g CO2/kWh, debido al gran uso de energía renovable). Así pues, un usuario de un VE en México emite, de forma indirecta, un total de 70 gCO2/km recorridos. Un coche de combustión interna mediano emite, en promedio, 150 g CO2/km. Esto significa que un VE genera 50% menos de emisiones que su contraparte térmica. Si tienes placas solares en casa para cargar tu VE, la emisión por uso será nula.
La tercera y última razón es menos racional y más emocional. Un VE normalmente tiene una aceleración mayor, no hay ruidos y viene acompañado de un gran número de tecnologías y sistemas para la conducción, por lo que la experiencia en la conducción suele ser muy completa.
Estas son mis razones detrás de mi decisión de compra, pero hay que decir que el coche eléctrico aún NO es un vehículo para todos. Pero de esto, y por razones de espacio, hablaré en un siguiente artículo. Por lo pronto, y si está en tus planes futuros hacerte de un VE, espero lo descrito en estas líneas te ayuden a tomar una mejor decisión.
Profesor del área de Dirección de Operaciones de IPADE Business School.
Publicado originalmente por: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/arturo-orozco-leyva/me-he-comprado-un-auto-electrico/
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