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Actualmente hay un incremento de vehículos eléctricos e híbridos en la industria logística para transportes de carga. Cada vez más, las empresas están considerando estas opciones eléctricas para reducir su huella de carbono y reducir sus costos. En 2021, los combustibles utilizados en actividades de transporte representaron el 32% de las emisiones de dióxido de carbono.

Los vehículos híbridos funcionan con un motor de combustión interna y uno o más motores eléctricos, aprovechando el frenado regenerativo para recargar la batería. Esta tecnología permite que el motor eléctrico funcione solo, se alterne con el de gasolina o ambos trabajen en conjunto, bajando considerablemente el consumo de combustible y mejorando el rendimiento.

Dentro de esta categoría, existen dos tipos principales: los híbridos completamente (HEV), que cuentan con un motor de gasolina y una batería que no se cargan desde la red, dependiendo de la energía recuperada durante los frenados; y los híbridos enchufables (PHEV), cuya batería es de mayor capacidad y requiere ser conectada externamente para su recarga completa. Al igual que los HEV, los PHEV también cuentan con un motor de gasolina, y ambos sistemas pueden trabajar juntos, proporcionando potencia mecánica y recuperando energía durante el frenado.

Por otro lado, los vehículos eléctricos, a diferencia de los híbridos, funcionan exclusivamente con un motor eléctrico que se alimenta de una batería recargable a través de estaciones de carga. Al acelerar, la energía se transfiere de la batería al motor eléctrico, lo que hace girar las ruedas a través de los ejes de transmisión. Durante el frenado o desaceleración, el motor genera energía que regresa a la batería.

Ventajas y desafíos en la adopción

La adopción de vehículos híbridos y eléctricos presenta una serie de ventajas. “La electromovilidad está creciendo en el país, ayudando a las empresas de logística a adoptar un enfoque sostenible y a realizar entregas con cero emisiones”, comentó Fedora Cabal, líder comercial de Tranciti México. “Otro de los beneficios es el costo de la energía, ya que es más económica que la gasolina o el diésel”.

Estos vehículos requieren menos piezas mecánicas, en comparación con los de gasolina, lo que reduce los costos de mantenimiento, y generan menos ruido, contribuyendo a la disminución de la contaminación acústica. Además de que se pueden cargar con energía proveniente de fuentes renovables.

No obstante, existen desafíos. “La infraestructura de recarga aún está en proceso de expansión en muchas regiones del país, lo que limita la disponibilidad de estaciones de recarga, especialmente para largas distancias”, mencionó Cabal Wallis.

En 2023, México contaba con 1,274 estaciones de carga, un incremento del 66%, según un artículo de Enerlink. Además, los vehículos híbridos y eléctricos tienden a tener un costo inicial más elevado, lo que representa un problema para las pequeñas y medianas empresas que buscan cambiar sus flotas. El tiempo de carga también es un obstáculo, ya que es un proceso un poco más tardado que la carga de gasolina, comprometiendo las entregas. Finalmente, la autonomía y el rendimiento de estos puede verse afectado por factores climáticos, afectando la eficiencia de las entregas.

De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), de enero a septiembre de 2024, las ventas de automóviles eléctricos e híbridos crecieron 75.9% en comparación con el mismo periodo de 2023, lo que demuestra el crecimiento en la adopción de este tipo de vehículos en el país. Esto no solo representa una opción sostenible, sino también una inversión en el futuro del planeta y de las empresas.

Publicado originalmente por: https://mexicoindustry.com/noticia/vehiculos-electricos-e-hibridos-el-futuro-del-transporte-de-entrega-de-mercancias

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