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EL MUNDO NO termina de reponerse de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de este martes en Estados Unidos.

Afortunadamente la Presidenta Claudia Sheinbaum, a diferencia de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador con Joe Biden, no le regateó el reconocimiento de su victoria, y ayer mismo lo felicitó.

Su regreso a la Casa Blanca encendió las alarmas en la industria automotriz, porque no se olvida ni el trato, ni las amenazas, de imponer aranceles a las exportaciones de vehículos ensamblados aquí.

Es por ello que diversos analistas ya hablan del riesgo que para la cadena productiva de este importante rubro va significar su política proteccionista de “devolver” a Estados Unidos la grandeza del país.

Por ejemplo, si impone aranceles a los autos chinos fabricados aquí, las repercusiones podrían ser adversas para la economía mexicana y para las relaciones comerciales en el marco del T-MEC.

Esta medida podría encarecer los autos importados, pero afectando también a los consumidores estadounidenses y reduciendo la competitividad de los autos producidos en México.

Trump amenazó con imponer aranceles de entre 100 y 200% a los vehículos ligeros, aunque no ha sido claro si se aplicaría a todas las importaciones de autos desde México.

Además, ha propuesto aranceles de 10 a 20% a todas las importaciones, y un arancel de hasta 60% a las provenientes de China, que gobierna Xi Jinping, el adversario comercial a vencer.

Xi Jinping. Arte: Luisa Franco

Esto podría desencadenar una serie de represalias comerciales y afectar negativamente a la industria automotriz mexicana, que es un pilar importante de la economía.

En cuanto al tratado comercial con Canadá y México, Trump no ha hablado de “revisarlo”, sino ir directamente a una renegociación del pacto comercial, lo que provoca temor y tensiones adicionales.

México es el principal socio comercial de Estados Unidos, con un comercio anual de bienes que asciende a 490 mil millones de dólares en exportaciones y 255 mil millones en importaciones.

La revisión del T-MEC, programada para julio de 2026, podría ser un punto crítico en las relaciones comerciales entre ambos países.

El mayor riesgo para México con Trump no son las nuevas medidas que podría imponer, sino la revisión del tratado, lo que puede extenderse también a Canadá, que tiene de primer ministro a Justin Trudeau.

Justin Trudeau. Arte: Luisa Franco

Trump podría adoptar una postura dura en las negociaciones, lo que resultaría en un acuerdo desfavorable para México, aunque el virtual presidente es conocido por no siempre cumplir sus amenazas.

Basta recordar que el magnate durante su primer mandato hace ocho años, prometió sacar a Estados Unidos del TLCAN e imponer impuestos a las remesas, cosas que no hizo.

La guerra comercial con China iniciada por Trump terminó beneficiando a México, debido a que instaló el nearshoring en nuestra frontera norte: que no lo aprovechemos, es nuestra culpa.

Publicado originalmente por: https://heraldodemexico.com.mx/opinion/2024/11/7/y-la-industria-automotriz-652028.html

 

 

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