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La relación México-Japón ha impulsado el sector automotriz con 35.8 MMDD de inversión en 25 años, destacando sostenibilidad y EVs. Empresas como Nissan y Toyota lideran, mientras JICA fortalece a proveedores mexicanos y fomenta la competitividad.
León, Guanajuato, 21 de noviembre de 2024.- La relación entre México y Japón en el sector automotriz ha sido clave para el desarrollo económico y tecnológico del país. En entrevista con Cluster Industrial, Melba Pría, embajadora de México en Japón, destacó los factores que han consolidado esta cooperación a lo largo de las décadas, así como los retos y oportunidades que enfrenta.

Explicó que México se ha posicionado como un destino estratégico para la inversión japonesa gracias a su ubicación geográfica y la extensa red de tratados comerciales. Según Pría, ‘la relación entre México y Japón en el sector automotriz es una de las historias de éxito más importantes en la cooperación económica bilateral’. Empresas como Nissan, Honda, Mazda, Toyota y Hino han establecido plantas en el país, generando miles de empleos y fortaleciendo la cadena de suministro de autopartes.

El Acuerdo de Asociación Económica México-Japón (AAEMJ), vigente desde 2005, ha proporcionado certeza legal a los inversionistas. En cifras, de los 35,820 millones de dólares invertidos por Japón en México entre 1999 y 2024, un 48% se ha destinado al sector automotriz. Esto ha contribuido a que México sea el séptimo productor mundial de vehículos y el cuarto de autopartes. Pría aprovechó y mencionó inversiones destacadas como los 5,000 millones de dólares de Nissan y los 1,270 millones de Honda. Además, la planta de Toyota en Guanajuato, su mayor instalación fuera de Japón, produce camionetas Tacoma para Estados Unidos. Recientemente, Kawasaki Heavy Industries anunció una nueva planta en Nuevo León enfocada en vehículos todoterreno, reforzando el compromiso japonés con México.

Mencionó que Japón, líder mundial en innovación automotriz, ha impulsado programas de transferencia tecnológica en México. La Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) ha desarrollado proyectos como el ‘Fortalecimiento de la cadena de proveeduría en la industria automotriz en México’ y la ‘Formación de Recursos Humanos para la Industria Automotriz en El Bajío’. Estos programas han vinculado a proveedores mexicanos y japoneses, mejorado la capacitación técnica y fortalecido la competitividad del sector. En palabras de la embajadora, ‘hacia el futuro, estamos buscando un nuevo programa que se enfoque en fortalecer la industria de vehículos eléctricos en Aguascalientes’. Además, profesionistas mexicanos han realizado estancias en empresas automotrices japonesas gracias a becas del Ministerio de Educación japonés (MEXT).

El auge del nearshoring ha transformado a México en un centro clave de manufactura automotriz. Según la Secretaría de Economía, el sector representa el 30% de la inversión extranjera directa derivada de esta tendencia. La cercanía con Estados Unidos, facilitada por el T-MEC, y la diversificación de la producción han sido factores determinantes. ‘Fabricantes como Toyota, Nissan y Honda ya están bien establecidos, pero tienen la oportunidad de diversificar su producción hacia vehículos eléctricos’, señaló Pría. Estas empresas han colaborado para estandarizar componentes y software, reduciendo costos y mejorando el desarrollo de EVs.

En términos de sostenibilidad, las inversiones japonesas están alineadas con los objetivos mexicanos. Honda destinó 470 millones de dólares para modernizar su planta en Celaya, mientras que Mazda trabaja en motores eléctricos en Silao. Toyota planea invertir 328 millones en la producción de híbridos y eléctricos en Guanajuato.

A pesar de los logros, las empresas japonesas enfrentan desafíos como la integración con proveedores locales y el cumplimiento de regulaciones ambientales y laborales. ‘Desde la Embajada, hemos trabajado con organismos como JICA para fortalecer la capacitación de proveedores y promover alianzas con centros de investigación y universidades mexicanas’, explicó Pría.

La embajadora también destacó la importancia de mejorar la infraestructura para EVs y la capacitación en nuevas tecnologías. A través de iniciativas conjuntas, México y Japón buscan acelerar la transición hacia una industria más sostenible.

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han abierto oportunidades para fortalecer la relación México-Japón. Restricciones a productos chinos en EE. UU. posicionan a México como un aliado estratégico para Japón. ‘Esta situación permite que las empresas japonesas aprovechen la proximidad con el mercado estadounidense, aumentando la capacidad de producción de EVs en México’, afirmó la diplomática.

En 2023, México produjo 63,720 vehículos híbridos y eléctricos, un 40.7% más que en 2022, según datos del INEGI. Se espera que esta cifra supere las 250,000 unidades en 2025. Este crecimiento refleja la confianza en México como hub de manufactura de EVs.

La embajadora afirmó que la relación automotriz entre México y Japón es un ejemplo de cooperación económica exitosa. A través de inversiones estratégicas, transferencia tecnológica y enfoque en sostenibilidad, Japón ha contribuido significativamente al desarrollo de este sector en México. Con los retos del nearshoring y la transición hacia EVs, esta alianza tiene el potencial de alcanzar nuevos niveles de competitividad y sostenibilidad. Como concluyó Pría, ‘el futuro de la colaboración entre México y Japón en la industria automotriz es prometedor’.

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