El futuro del T-MEC se define en 2026: ¿puede América del Norte prosperar sin integración logística? Descubre cómo la modernización de infraestructura y la adopción tecnológica pueden transformar las cadenas de suministro.
León, Guanajuato, 11 de diciembre de 2024.- En los últimos años, la relación comercial en Norteamérica ha estado definida por el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), un acuerdo que ha transformado la logística y las cadenas de suministro en la región. Este tratado, introducido durante el primer mandato de Donald Trump, trajo nuevas reglas y estándares que han promovido la integración económica. Ahora, a medida que se acerca la revisión programada para 2026, las renegociaciones generan incertidumbre, especialmente ante las recientes declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre posibles aranceles del 25% a productos mexicanos y canadienses.
El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, ha enfatizado que imponer aranceles sería perjudicial para las economías de los tres países. Según sus estimaciones, estas medidas podrían incrementar el precio de los vehículos en Estados Unidos hasta en 3,000 dólares, además de elevar la inflación entre un 3% y un 5%. Además, advirtió que el proteccionismo podría desmantelar las cadenas de suministro integradas, fundamentales para la manufactura en Norteamérica, generando la pérdida de 400,000 empleos en territorio estadounidense. Estas cifras subrayan la necesidad de proteger y fortalecer el T-MEC como una herramienta clave para la competitividad regional.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha reforzado este mensaje al destacar que el tratado es esencial para enfrentar la competencia de China en el mercado global. Ella subrayó que América del Norte concentra el 30% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y que la cooperación entre los tres países es fundamental para consolidar la región como una de las más dinámicas del mundo. Sheinbaum también recordó que la industria automotriz está profundamente integrada, con vehículos y autopartes fabricados en México que contribuyen a mantener precios accesibles en Estados Unidos.
La próxima revisión del T-MEC también plantea desafíos políticos y económicos. Durante la Conferencia de Manufactura de América del Norte, líderes de la industria de los tres países destacaron la importancia de renovar el tratado para garantizar la estabilidad económica y productiva de la región. Más del 94% de las empresas dependen del T-MEC para la adquisición de materias primas, bienes intermedios y productos terminados, lo que subraya su papel crucial en la integración económica de América del Norte.
Para fortalecer estas acciones, la logística entre las tres naciones será fundamental, sin embargo, el panorama en México enfrenta retos considerables. Un estudio realizado por el Instituto Logístico de México (Iselogics) y la Asociación Mexicana de Agentes de Carga (Amacarga) revela una serie de obstáculos internos, como cobros excesivos en terminales portuarias, inseguridad, alta rotación de personal y falta de capacitación especializada. Estas problemáticas impactan directamente en la productividad y competitividad del sector, afectando los tiempos de tránsito y generando costos adicionales que limitan la capacidad de las empresas para adaptarse a las demandas del mercado internacional.
La lenta adopción de tecnologías avanzadas y la necesidad de cumplir con regulaciones más estrictas, como las del T-MEC, limitan la competitividad del sector logístico en México. La integración de soluciones digitales, como la trazabilidad en tiempo real y la automatización, podría reducir costos hasta en un 15% y mejorar la eficiencia en el comercio global. Además, el impulso hacia el uso de energías limpias es crucial para cumplir con estándares internacionales de sostenibilidad, especialmente en el comercio electrónico, donde las nuevas disposiciones del T-MEC buscan facilitar el intercambio de bienes. Esto representa una oportunidad significativa para las empresas logísticas, siempre que se adapten rápidamente a las demandas de sostenibilidad y eficiencia del comercio internacional.
En este contexto, es fundamental que México fortalezca su infraestructura logística y adopte estrategias que le permitan enfrentar los retos derivados de las renegociaciones del T-MEC. La modernización de carreteras, puertos y ferrocarriles, así como la implementación de tecnologías avanzadas en gestión de cadenas de suministro, serán clave para garantizar la competitividad del país. Además, es necesario fomentar la capacitación especializada y reducir la rotación de personal en el sector logístico para mejorar la eficiencia operativa. La inversión en infraestructura crítica, como los corredores industriales del norte del país, podría optimizar el flujo de mercancías y consolidar a México como un socio estratégico en Norteamérica.
La próxima revisión del T-MEC marcará un punto crucial en la relación comercial entre México, Estados Unidos y Canadá. Aunque persisten amenazas de aranceles y políticas proteccionistas que generan incertidumbre, también surgen oportunidades para reforzar la integración económica de América del Norte. En este contexto, es esencial que México implemente estrategias logísticas y de cadena de suministro específicas para la industria automotriz.
Publicado originalmente por: https://www.clusterindustrial.com.mx/noticia/8466/logistica-en-america-del-norte-un-desafio-estrategico-ante-el-t-mec
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