El triunfo de Donald Trump y sus declaraciones acerca de las acciones que busca emprender al tomar protesta como presidente de Estados Unidos han desencadenado una serie de acciones ejecutadas por actores pertenecientes a distintos sectores.
Los sólo dichos del próximo mandatario han generado preocupación y ocupación. La amenaza de imponer aranceles ha provocado que los mecanismos de planeación y gestión del riesgo de la industria automotriz aceleren sus procesos. Como ejemplo, Mazda está reconsiderando sus inversiones en México, en caso de que la amenaza se materialice. La firma exportó aproximadamente 120 mil vehículos fabricados en su planta en Guanajuato en el año 2023, lo que representa cerca del 30 por ciento de sus ventas.
Es la industria automotriz el segundo sector económico más importante de México, empleando a más de 900 mil personas que contribuyen con el 4 por ciento del PIB. Una industria en constante evolución a la que los retos actuales han obligado a incrementar su productividad, reciclar materiales e incrementar la eficiencia en el uso del agua y la energía.
Una medida como la imposición de aranceles atentaría contra la integración económica norteamericana, afectando a los 3 países participantes del T-MEC. Son dos las opciones en la mesa: el diálogo que nos lleve a acuerdos de cooperación que beneficien a todas las partes y, por el otro, la imposición de aranceles que, sin lugar a dudas, marcaría una reconfiguración total del sector con serias afectaciones a nuestra economía; que sea la primera opción la que prospere.
Publicado originalmente por: https://www.razon.com.mx/opinion/2024/12/16/poderosa-industria-automotriz/
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