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A través de la innovación, el desarrollo del talento y la responsabilidad social, Ford Irapuato lidera la transición hacia un futuro automotriz eléctrico y eficiente.

La planta Ford en Irapuato es la más joven dentro del sistema de manufactura de la empresa en México. Su historia comenzó con la fabricación de transmisiones automáticas, pero con la evolución de la industria automotriz, se ha convertido en un centro neurálgico en la transición hacia la electromovilidad.

Actualmente, Ford IEPC (Irapuato Electric Powertrain Center) fabrica unidades de potencia el Mustang Mach-E, vehículo eléctrico cuyo ensamblaje final se realiza en la planta de Ford Cuautitlán, en el Estado de México.

Desde 2021, esta instalación ha demostrado su capacidad de adaptación, pasando de producir transmisiones convencionales a ensamblar componentes eléctricos con tecnología de punta. Actualmente, la planta tiene una capacidad de producción de 260,000 motores eléctricos al año.

“El futuro del automóvil es la electromovilidad y nosotros somos la primera planta en México fabricando componentes para vehículos eléctricos de Ford”, destacó Dimas Corral, gerente general de Ford IEPC.

Retos y adaptación a la electromovilidad

Ford, con 100 años de historia en la fabricación de vehículos de combustión interna en México, ha tenido que adaptarse a las nuevas tendencias, representado desafíos significativos para la planta y sus colaboradores.

“Hoy estamos en una etapa de transformación. La electrificación implica un proceso de fabricación completamente diferente, con nuevas tecnologías y desafíos que hemos sabido enfrentar”, explicó.

El éxito no solo depende de la capacidad de Ford, sino también de la evolución de su cadena de suministro. Destacó que la planta trabaja estrechamente con sus proveedores ubicados en el Bajío, quienes han demostrado gran apertura a los nuevos proyectos de movilidad eléctrica.

El proceso de producción del motor eléctrico es muy distinto al de una transmisión tradicional. Aunque algunos componentes mantienen maquinados convencionales, la integración de rotores y estatores requiere nuevos conocimientos y métodos de manufactura. La curva de aprendizaje de los colaboradores y proveedores ha sido rápida, impulsada por la capacidad de adaptación y la cultura de innovación que caracteriza a la industria mexicana.

“Nuestra gente ha demostrado una gran capacidad de adaptación. La rapidez con la que hemos implementado mejoras en calidad y productividad es impresionante”, añadió Dimas.

Centro de Innovación y Aprendizaje

Ford IEPC ha impulsado el fortalecimiento de su Centro de Innovación y Aprendizaje, un espacio dedicado a la experimentación, la capacitación y la optimización de procesos. Este centro tiene como objetivo acelerar la adopción de nuevas tecnologías y fortalecer la cultura de innovación dentro de la planta.

Señaló que “No podemos hablar de innovación sin un entorno que lo fomente. Con este centro, buscamos ofrecer un espacio donde nuestros colaboradores puedan probar ideas, experimentar y luego implementarlas en la producción”.

Desde su lanzamiento, el centro ha generado mejoras significativas en calidad, productividad y reducción de desperdicio. Gracias a las iniciativas de innovación, se han reducido costos y optimizados procesos, además de impulsar el crecimiento profesional y fortalecer la transformación cultural dentro de la compañía.

Un espacio para el desarrollo tecnológico

De acuerdo con Gustavo Martínez, gerente de Planeación del Área de Lanzamiento en Ford Irapuato, el objetivo del centro es ir más allá de la capacitación técnica tradicional. “No basta con entrenar en cuestiones técnicas, es importante desarrollar habilidades que permitan enfocarnos, colaborar y entregar productos de excelencia”, comentó.

Para lograrlo, el Centro de Aprendizaje e Innovación cuenta con 12 salas especializadas, equipadas con tecnología de punta, dedicadas a diferentes áreas del conocimiento y la formación, como planeación estratégica y liderazgo, trabajo en equipo y desarrollo de habilidades blandas, familiarización con el producto; un centro de impresión 3D y automatización, salas de controles y procesos técnicos, y un auditorio para conferencias y transformación cultural.

Martínez enfatizó que este proyecto busca que los empleados de Ford no solo ejecuten procesos de manufactura, sino que también participen activamente en la innovación. “Queremos que la manufactura no solo se haga con las manos, sino también con la mente y el corazón”.

El establecimiento de este centro responde a una necesidad clave: elevar el nivel de especialización de los colaboradores. Para ello, Ford ha establecido metas concretas:

• En 2025, lograr que todo el personal técnico especializado alcance un nivel experto.

• En 2026, que estos expertos se conviertan en instructores, multiplicando el conocimiento dentro de la compañía.

• Ampliar la oferta de formación en habilidades blandas para fortalecer la colaboración y mejorar el trabajo en equipo.

El proyecto ha sido posible gracias al esfuerzo y colaboración de diversas áreas dentro de la empresa, incluyendo recursos humanos, ingeniería y proveeduría. Con una extensión de 1,300 metros cuadrados, este espacio ha sido concebido como un punto de transformación para la compañía.

Además, destacó la importancia de esta inversión, subrayando que representa un compromiso firme con la mejora continua y el desarrollo profesional. “Este centro nos permitirá llevar a nuestros trabajadores a otro nivel, lo que se reflejará en mayor calidad y un impacto positivo en la marca Ford”, concluyó.

Compromiso con la comunidad y el desarrollo regional

En Ford Irapuato, la responsabilidad social no es solo un valor corporativo, sino un compromiso tangible con la comunidad y el desarrollo integral de sus colaboradores. Mabel Sánchez, gerente de Recursos Humanos de Ford IEPC, compartió que a través del programa Shared Purpose, la empresa ha consolidado una estrategia de impacto social que abarca diversas iniciativas en beneficio de la comunidad, el medio ambiente y la inclusión social, promoviendo al mismo tiempo una cultura organizacional de ciudadanía corporativa.

“El compromiso con la responsabilidad social no solo beneficia a la comunidad, sino que también tiene un impacto positivo en el ambiente laboral y la retención del talento. Los colaboradores valoran el hecho de trabajar en una empresa que fomenta la solidaridad y el compromiso con la sociedad”, destacó.

Durante 2024, Ford Irapuato destinó un total de 3,680 horas de servicio comunitario y realizó donaciones por más de 9,000 dólares a diversas organizaciones que trabajan en beneficio de sectores vulnerables, reafirmando su propósito de generar un impacto positivo en la sociedad.

Las actividades de voluntariado han estado lideradas por el Comité Operativo de la Planta, con la participación de empleados de todos los niveles. La empresa ha priorizado el apoyo a comunidades cercanas a Irapuato, reconociendo que muchas de las familias de sus empleados forman parte de estas localidades. Entre estas destacan la Fundación Comunitaria del Bajío, la Cruz Roja, el Albergue Infantil de Irapuato, así como instituciones de atención a adultos mayores y jóvenes.

Crecimiento y excelencia

La visión de Ford Irapuato es generar un impacto positivo en su equipo de trabajo a través de estrategias que fomenten el desarrollo profesional y la motivación de sus colaboradores. Para ello, ha inaugurado el Centro de Reconocimiento a la Excelencia, un espacio diseñado para premiar el desempeño y las contribuciones de su equipo en áreas clave como innovación, detección de anomalías y mejoras de proceso que optimicen la producción y eficiencia operativa.

Este reconocimiento no solo refuerza la motivación del equipo, sino que también impulsa una mentalidad de mejora continua, alineada con los objetivos estratégicos de la empresa.

“La excelencia operativa no solo se trata de procesos y tecnología, sino también de cómo tratamos a nuestra gente. Con este “Templo de Reconocimiento” nuestra filosofía es valorar, capacitar y motivar a nuestros empleados para alcanzar nuevos niveles de eficiencia”, agregó Dimas Corral.

La visión de Ford Irapuato es continuar creciendo, no solo en producción, sino también en calidad, compromiso y desarrollo del talento humano. La empresa busca que sus empleados se sientan parte de una cultura de innovación y mejora continua, promoviendo el bienestar dentro y fuera del entorno laboral.

Con una estrategia basada en la tecnología, la capacitación y el compromiso social, Ford Irapuato se consolida como un referente en la transición hacia la electromovilidad en México, demostrando que la innovación y la excelencia operativa van de la mano en la evolución de la industria automotriz.

Publicado originalmente por: https://mexicoindustry.com/noticia/irapuato-electric-powertrain-center-el-corazon-de-ford-y-la-electromovilidad-en-mexico

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