Ellas lograron graduarse del programa ‘Emprendedora a Empresaria’: en Amexme León puedes profesionalizarte

Con el acompañamiento de especialistas, el programa de Amexme Capítulo León ha capacitado a su novena generación de mujeres líderes.

León, Gto.- “Mi nombre es Pau, tengo 23 años y soy la creadora de ‘Velas de Pau’, una empresa dedicada a la elaboración de velas artesanales. Vendemos insumos, impartimos cursos y buscamos que más personas **descubran el valor de crear, regalar y emprender con velas”. Así comenzó la historia de Paulina Torres, una joven emprendedora que encontró en el programa “Emprendedora a Empresaria”, impulsado por la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (Amexme) Capítulo León, una oportunidad para crecer, aprender y formalizar su proyecto.

Su emprendimiento inició en febrero de 2023, y en poco más de un año, ha conseguido consolidar su presencia en redes sociales, vender en bazarres, impartir talleres, y generar alianzas comerciales.

Paulina conoció el programa gracias a la Dirección de Reactivación Económica del municipio de León, quienes identificaron el potencial de su negocio y le otorgaron una beca para participar.

Vieron que había algunos huecos en mi emprendimiento y que con una buena guía podía mejorar. Y sí, así fue.

 

Paulina Torres de Velas de Pau / Mary Elenne Castro

El programa le ofreció conocimientos prácticos y aplicables a su realidad. En su caso, las principales áreas de oportunidad fueron en el manejo de finanzas y contabilidad. Destacó que los temas abordados fueron desde imagen personal, psicología, marketing, hasta estructura empresarial.

“Nos enseñaron cómo vestirnos, cómo comunicar, cómo presentarnos. Yo salí muy enriquecida, tanto en lo personal como en lo profesional”.

Sus metas a corto plazo incluyen asegurar a su equipo, adquirir un vehículo para hacer entregas —ya que actualmente realiza traslados hasta Aguascalientes personalmente— y aumentar sus ventas en línea del actual 25 % a un 80 %.

‘Velas de Pau’ trabaja con diversos tipos de cera: Malasia, para moldes decorativos; cera nieve, que es vegetal; parafinaen pequeñas cantidades; y una mezcla de soja con coco, la favorita para spas y terapias.

La cera de coco tiene beneficios para la piel. Aporta elasticidad, alivia quemaduras leves… es como una mantequita, ideal para masajes y cuidado corporal.

Además de sus productos, Paulina Torres también imparte cursos y tiene una tienda de insumos. Actualmente, sus ventas se sostienen principalmente por recomendaciones, pero trabaja activamente en campañas en Facebook e Instagram.

Amexme, una puerta al profesionalismo de las mujeres empresarias

Casos como el de Paulina Torres reflejan el impacto tangible del programa ‘Emprendedora a Empresaria’. En su novena generación del Capítulo León, 13 mujeres se graduaron tras completar un proceso de 18 sesiones de capacitación, con un horario de 9:00 a 13:00 horas. El programa tiene un costo con beca de 4 700 pesos, lo que facilita el acceso a una formación empresarial de calidad.

El objetivo central es claro: profesionalizar a mujeres emprendedoras, muchas de las cuales —alrededor del 80 %— inician el programa sin estar formalizadas. A través de módulos especializados en finanzas, contabilidad, liderazgo, normatividad, ventas, imagen, entre otros, las participantes obtienen las herramientas necesarias para estructurar, formalizar y escalar su negocio.

Sobre la evolución de este programa, Rosa Isela Ramírez Revilla, presidenta de Amexme Capítulo León, compartió que esta novena generación ha marcado un antes y un después en el enfoque del acompañamiento a las emprendedoras.

“Este programa nació con la misión de impulsar la profesionalización del emprendimiento femenino. Comenzamos hace años dando mentorías de seis meses entre asociadas, pero hoy ya contamos con especialistas certificados en cada área. Además, ahora las participantes desarrollan un proyecto ejecutivo desde el inicio, que presentan ante inversionistas reales”, explicó.

Una de las principales metas del programa es la formalización empresarial. Y los resultados están a la vista: casi todas las egresadas ya están registradas ante el SAT y algunas incluso han logrado registrar su marca, uno de los pasos clave para consolidar su empresa.

“Lo que queremos no es solo capacitarlas. Queremos ver si ese conocimiento se traduce en acción. Por eso, después de la graduación, les damos seis meses más de mentoría personalizada para acompañarlas en su ruta de crecimiento”, subrayó.

Microcredenciales y proyección global

Otra innovación de esta generación fue el vínculo con la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato (UVEG), con quienes se trabaja para que las egresadas obtengan microcredenciales: una certificación que valida las habilidades empresariales adquiridas durante el programa.

“Esto representa un paso muy importante. No solo se llevan conocimientos, también una acreditación con valor curricular. Las participantes no solo deben aprender, sino demostrar con hechos. Y eso se logra cuando cada módulo es práctico, se suma con acciones y se culmina en un plan de negocio con visión global”, comentó.

Ese enfoque de “actuar local, pero pensar global” también se reflejó en los proyectos presentados. Aunque muchas de las participantes actualmente venden de forma local, ya tienen estructurados sus negocios para escalar a nivel nacional o incluso convertirse en proveedoras de empresas extranjeras que se instalan en Guanajuato.

La formalización fue un tema central en la ceremonia de graduación. En México, solo una de cada cuatro mujeres ocupadas emprende, y de ellas, más del 82 % lo hace en la informalidad, según cifras del INEGI. Esta condición limita el acceso a financiamiento, seguridad social, expansión comercial y sostenibilidad a largo plazo.

Una mujer con empresa formal gana 2.5 veces más que una en la informalidad. Pero no es solo dinero. Es acceder a créditos, apoyos, seguridad jurídica, IMSS, crecer con confianza. Queremos empresarias formales, porque eso genera empleo, construye patrimonio y transforma comunidades.

Según la Secretaría de Economía, las micro, pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres generan más del 70 % de empleo en este sector y aportan cerca del 25 % del PIB nacional.

Con el arranque de la décima generación en julio, el programa se prepara para seguir evolucionando. Nuevos módulos, más estructura, más seguimiento, más visión.

De la cochera a transformar su mueblería familiar

Hace diez años, Lidia Quiróz Gutiérrez y su esposo iniciaron un pequeño negocio de muebles desde su cochera. No imaginaban que con trabajo en equipo, visión familiar y las herramientas correctas, su emprendimiento se convertiría en una empresa con presencia en todo el estado de Guanajuato. Hoy, El Legado Mueblería es más que un negocio: es un proyecto con futuro.