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El Halcón ll.l, certificado por la AFAC, avanza en su producción con una línea activa, compradores confirmados y crecimiento en puerta.

León, Gto.- La producción del Halcón II, primer avión ligero fabricado en México, ya está en marcha con una línea en crecimiento desde Guanajuato.

La empresa desarrolladora del proyecto, Horizontec, ha comenzado la manufactura de unidades certificadas para escuelas de vuelo, por lo que ya hay cartas de intención, anticipos y búsquedas activas de financiamiento. Con esto, la industria aeroespacial nacional toma vuelo.

El Halcón II representa un avance en la historia aeronáutica nacional. Fabricado en Celaya, Guanajuato, por Horizontec —con el respaldo de instituciones como el Instituto Politécnico Nacional (IPN)COFOCE y el Clúster Aeroespacial del Bajío—, es una aeronave ligera biplaza impulsada por un motor Rotax 915is de 141 caballos de fuerza que, a diferencia de otras aeronaves, utiliza gasolina premium en lugar de turbosina.

El modelo fue presentado en febrero de 2024 y desde entonces ha generado interés por su diseño innovador, sus múltiples aplicaciones (formación de pilotos, vigilancia, recreación) y su potencial como símbolo del crecimiento de la industria aeroespacial mexicana.

De acuerdo con Óscar Augusto Rodríguez, director general de la empresa Optimen —una de las compañías que integran el consorcio detrás del Halcón II—, el proyecto se encuentra ya en una fase clave: la consolidación de la línea de producción.

Hace un par de semanas se nos dio ya la certificación del Halcón 2.1 como Air Sport Aircraft, que es básicamente un avión ya certificado para las escuelas de vuelo

Este avance ha permitido a la empresa iniciar la producción formal de unidades. Aunque la aviación ligera no demanda volúmenes masivos como otras industrias, el objetivo es claro: madurar la línea de ensamblaje, ampliar el equipo de trabajo, escalar las instalaciones y formalizar pedidos de compra.

Rodríguez manifestó que ya están produciendo el cuarto avión, lo que demuestra que el proceso está en marcha y con capacidad instalada para fabricar hasta 20 aeronaves por año.

El entusiasmo por el proyecto ha crecido tras la participación del Halcón II en el Desfile Cívico Militar del 16 de septiembre, donde fue la única aportación civil entre las exhibiciones militares. Este momento simbólico potenció la visibilidad del avión y atrajo la atención de compradores.

Teníamos ya 15 cartas de intención, pero después del desfile y de la entrega, ya tenemos gente que tangiblemente está poniendo anticipos y buscando financiamientos”, indicó Rodríguez, calificando este nuevo panorama como un “happy problem”.

El crecimiento en la demanda implica también retos logísticos. Según el directivo, se evalúa implementar un sistema tipo “boleto de fila”, donde los compradores puedan acceder a la línea de producción mediante reservas anticipadas. Esto permitirá ordenar el proceso conforme la producción aumente y se generen economías de escala.

Actualmente, la fabricación de cada unidad del Halcón II.1 toma poco más de un mes, pero la meta es reducir tiempos conforme se afina el proceso industrial. Rodríguez destacó que la evolución del proyecto dependerá de factores como la eficiencia operativa, la producción en volumen y la optimización de insumos.

Proyecto Halcón II

El desarrollo del Halcón II no solo representa la construcción del primer avión ligero mexicano con fines comerciales, sino también la consolidación de un ecosistema industrial aeroespacial emergente en el Bajío.

Este proyecto es liderado por la empresa Horizontec, con sede en Celaya, Guanajuato, y cuenta con la participación estratégica de compañías como Grupo SSCAnsikOptimen y Sia Automation, especializadas en automatización, manufactura avanzada y tecnologías para la aviación.

El diseño y ensamblaje del Halcón II también ha involucrado a instituciones académicas y gubernamentales clave. El Instituto Politécnico Nacional (IPN) participó en el desarrollo técnico del proyecto; la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior de Guanajuato (COFOCE) ha apoyado en el proceso de posicionamiento internacional y comercialización; mientras que el Clúster Aeroespacial del Bajío (BJX) ha servido como plataforma de articulación entre proveedores, ingenieros y talento local.

La aeronave fue certificada por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) como Light-Sport Aircraft (LSA), lo que la habilita para su uso en escuelas de vuelo y operaciones civiles.

Paralelamente, la planta de producción en Celaya también avanza en el proceso de certificación como unidad manufacturera bajo estándares aeronáuticos nacionales e internacionales.

El proyecto Halcón II abarca mucho más que una aeronave: incluye el desarrollo de capacidades industriales nacionales, formación de talento especializado, innovación tecnológica con materiales compuestos, y la construcción de cadenas de suministro locales, lo cual posiciona a Guanajuato como una nueva referencia en el mapa de la industria aeroespacial mexicana.

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