La alianza entre la Universidad Tecnológica de León y Optimen abre un nuevo capítulo en la formación de talento altamente especializado con impacto global.
León, Gto.- En un paso hacia la consolidación de Guanajuato como un polo de innovación tecnológica y desarrollo industrial, se inauguró oficialmente el Optimen Aerospace Software Solution Center, un HUB de innovación instalado en el edificio Olimpo de la Mentefactura de la Universidad Tecnológica de León (UTL).
Este espacio nace de la alianza estratégica entre la UTL y la empresa Optimen, con el objetivo de impulsar el talento joven, fortalecer la investigación aplicada y promover la inserción laboral en el sector aeroespacial.
El Optimen Aerospace Software Solution Center forma parte de una estrategia más amplia liderada por Optimen, que busca acompañar a jóvenes talentos desde su primer contacto con el sector hasta su consolidación profesional dentro de la industria.
Oscar Augusto Rodríguez Yañez, director general de Optimen, explicó que este nuevo centro en la UTL es el segundo que la empresa impulsa en Guanajuato, con miras a expandir el modelo a otras instituciones educativas seleccionadas cuidadosamente. Cabe destacar que el primer HUB fue inaugurado en Dolores Hidalgo (UTNG), y se espera que los siguientes se instalen en León y Celaya, respectivamente.
Optimen apertura su HUB de Innovación en la UTL / Francisco Meza
“Estos centros son como una caja de Petri: cultivamos talento, lo aislamos en un entorno seguro, les ponemos retos reales, y observamos cómo reaccionan. Así se desarrolla y potencia su capacidad de innovación”, comparó Rodríguez.
El modelo se compone de varias fases: Vocacionamiento, donde se siembra el interés por el sector aeroespacial en los jóvenes desde etapas tempranas. Integración con universidades, priorizando aquellas que demuestren liderazgo, visión y planes de estudio acordes a las demandas del sector. Desarrollo de centros de innovación, como el inaugurado en la UTL, donde se da seguimiento práctico y formativo al talento. Inserción laboral, acortando la brecha entre la academia y la industria. Capacitación interna, ya dentro de la empresa, con herramientas profesionales, acuerdos de confidencialidad (NDA) y procesos productivos reales. Crecimiento sostenido dentro de la compañía, garantizando desarrollo continuo y proyección profesional.
La inversión inicial en este nuevo centro ronda el millón de pesos, destinada a infraestructura, tecnología, capacitación, sueldos, viáticos y actividades formativas para los estudiantes.
Sin embargo, el valor real del proyecto trasciende lo económico: es una inversión en el desarrollo humano y profesional de nuevas generaciones de líderes tecnológicos.
Rodríguez también agradeció el respaldo de instituciones clave del gobierno estatal, como IDEA Guanajuato, la Secretaría de Economía y la Secretaría de Educación, que han facilitado becas y apoyos sustanciales para que los estudiantes puedan participar activamente en el centro sin que el factor económico sea un obstáculo.
“Necesitamos que haya más becas, no solo para 5 o 10 jóvenes, sino para 20, 30 o 50. La apuesta debe ser en grande si queremos resultados transformadores”, enfatizó.
En palabras del propio Rodríguez, el verdadero multiplicador no es el conocimiento ni la habilidad, sino la actitud: “La universidad aporta conocimiento, la práctica desarrolla habilidades, pero lo que realmente hace la diferencia es la actitud. Esa es la clave para crecer, colaborar y generar innovación real.”
Solo en este centro se han desarrollado ya más de 10,000 horas de ingeniería, transformadas en proyectos reales aplicados en sectores como el aeronáutico, agroalimentario, médico, educativo y gubernamental. Algunos de estos proyectos se vinculan con clientes internacionales como Aeroméxico, LATAM, Avianca y Volaris.
Tecnología, innovación y empleabilidad
A través del centro, los estudiantes trabajan con tecnologías de vanguardia como inteligencia artificial, machine learning, optimización de procesos, análisis de datos y cómputo en la nube. Uno de los proyectos destacados es una plataforma de optimización de simuladores para tripulaciones aéreas, donde se aplican algoritmos avanzados para mejorar la eficiencia en el uso de recursos clave como pilotos y simuladores.
Pero más allá de la formación técnica, el verdadero objetivo es la empleabilidad. Según cifras compartidas por el propio Rodríguez, el centro mantiene un promedio del 70% de empleabilidad directa entre los estudiantes que completan el programa.
El modelo que impulsa Optimen está basado en la colaboración entre tres pilares: empresa, universidad y gobierno. Esta “triple hélice” es, en palabras del directivo, indispensable para cerrar la brecha entre el entorno educativo y el productivo, especialmente en sectores altamente especializados como el aeroespacial.
Optimen cuenta actualmente con 135 colaboradores y crece a un ritmo cercano al 50% anual, debido a la alta demanda del sector aeroespacial y el rápido avance de las tecnologías. Rodríguez ve en estos centros de innovación la clave para desarrollar las fuerzas básicas de talento que permitan mantener ese ritmo.
“Lo que hacemos tiene impacto real. A veces los jóvenes no dimensionan que su trabajo puede influir en un vuelo real, en una operación crítica. Por eso necesitamos formar no solo programadores, sino profesionales conscientes de su impacto.”
UTL apuesta por la innovación
Durante el acto inaugural, el rector de la UTL, José Christian Padilla Navarro, compartió la historia detrás de este proyecto, que no sólo implicó la reconversión de espacios, sino también una visión disruptiva en el uso de los recursos de la institución.
“Cuando llegué como rector, ese espacio era la rectoría. Me dijeron que era el que tenía la mejor infraestructura de red, los mejores baños… y me pregunté por qué esos privilegios no eran para los estudiantes. Ese mismo día decidimos mudarnos. Una escuela está hecha para estudiantes, no para el personal administrativo”, narró Padilla.
Optimen apertura su HUB de Innovación en la UTL / Francisco Meza
El rector reveló que el centro de innovación era un proyecto “congelado” debido a la falta de recursos, pero que decidió impulsarlo aún sin contar con presupuesto.
“Me acerqué a IDEA Gto y a Optimen, les dije ‘no tengo dinero, pero quiero hacerlo en un año’, y su respuesta fue inmediata: ‘¿Qué necesitas?’, me dijeron”, recordó.
Destacó el papel fundamental del director general de Optimen, quien desde el primer momento mostró disposición total para colaborar con la universidad.
“Óscar me dijo: ‘Con la UTL, lo que quieran, vamos a hacerlo’. Y así fue. Gracias a su generosidad, hoy es una realidad este espacio que beneficia directamente a nuestros estudiantes.”
Padilla explicó que este modelo se alinea con una formación dual, en la que el estudiante no sólo estudia dentro del aula, sino que tiene contacto real con el entorno empresarial.
El programa impulsado con Optimen, por ejemplo, inicia con un cuatrimestre de preparación técnica y vocacional, seguido por una estadía profesional de cuatro meses, y posteriormente un acompañamiento hacia la inserción laboral.
“Este modelo rompe paradigmas, porque una universidad pública sí puede tener instalaciones de primer nivel para innovación. Y lo estamos demostrando con trabajo colaborativo y voluntad”, afirmó.
De acuerdo con los datos proporcionados por el rector, 20 estudiantes integraron la primera generación del programa con Optimen, el cual tuvo una duración aproximada de 8 meses y ya ha mostrado un 70% de empleabilidad.
Más empresas, más inversión, más impacto
La visión del Olimpo de la Mentefactura no se detiene ahí. El rector adelantó que próximamente se instalarán más compañías dentro de la UTL, fortaleciendo la sinergia universidad-industria.
“En las próximas semanas se instala una segunda compañía: Denso, una empresa japonesa que invertirá 1.4 millones de pesos en un laboratorio especializado, principalmente para el área de tecnologías de la información”, informó.
Este nuevo laboratorio beneficiará a todas las especialidades dentro del área de TICs, una de las ramas con mayor matrícula en la universidad. Tan solo este año, la UTL creció en 1,000 estudiantes, uno de los incrementos más significativos a nivel nacional.
Entre las especialidades que se verán favorecidas están análisis de datos, inteligencia artificial, entre otras ramas tecnológicas. Padilla señaló que también se están explorando proyectos similares con la Cámara de la Industria de Calzado del Estado de Guanajuato y otras organizaciones, lo cual ampliaría el impacto a sectores como el diseño y manufactura de calzado.
Actualmente, la Universidad Tecnológica de León es una de las pocas instituciones públicas en el país que ofrece tres modalidades de formación: la tradicional, la formación dual (donde las empresas participan directamente dentro de la universidad) y la inserción directa en centros especializados como el de Optimen.
Lo que buscamos es que el estudiante pueda bajar de estudiar y subir a la empresa. Tener a las industrias aquí dentro permite un aprendizaje más cercano, más real y con un mayor potencial de empleabilidad
El rector concluyó reafirmando el compromiso de la UTL con el desarrollo del talento local y nacional, y celebró que cada paso que se da en conjunto con la iniciativa privada tiene como fin generar trayectorias profesionales sólidas para los jóvenes.
De la Ingeniería Mecatrónica al Desarrollo de Software: La historia de Jesús Terán Ramírez
De la Ingeniería Mecatrónica al Desarrollo de Software: La historia de Jesús Terán Ramírez
Con disciplina, esfuerzo, el apoyo de la academia y el sector privado, es posible transformar el entorno y abrir caminos que parecían lejanos. Este es el caso de Jesús Terán Ramírez, quien tuvo su formación universitaria en Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Tecnológica de León (UTL), y supo ver en la programación una oportunidad para ampliar sus horizontes. Por lo que decidido a aprovecharla, comenzó un camino autodidacta para convertirse en desarrollador de software.
Para ingresar a la empresa Optimen, Jesús tuvo que superar pruebas técnicas que en un principio parecían complicadas, sobre todo por su falta de experiencia en programación.
La primera prueba era un ejercicio de programación, que me pareció difícil. Estudié durante una semana y media desde lo más básico, y pude pasarla,
Además, una segunda prueba más compleja fue adaptada a sus conocimientos gracias al apoyo de instructores, quien le mostró empatía y le facilitó la entrada al equipo.
Una vez dentro, la colaboración con compañeros y el apoyo de la empresa Optimen fueron fundamentales para su desarrollo. Jesús descubrió herramientas como AWS (Amazon Web Services), plataforma que no conocía y que se convirtió en una parte clave de su formación.
Actualmente, Jesús trabaja en diversos proyectos, entre ellos un visor de parcelas que monitorea el estado de terrenos agrícolas y un “agrodirectorio”, una plataforma web que conecta a compradores y vendedores de productos agrícolas, facilitando el comercio local. Además de las habilidades técnicas, Jesús ha desarrollado competencias como la comunicación y el trabajo en equipo, esenciales para cualquier industria.
Con su esfuerzo, Optimen reconoció su talento y lo ha llevado a participar en eventos destacados como FAMEX y el AWS Summit, espacios donde ha podido ampliar su red profesional y conocer las experiencias de clientes y expertos del sector.
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