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Nissan y Mazda decidieron adquirir créditos de carbono a sus socios chinos para cumplir las normativas medioambientales de la UE.
La industria automotriz enfrenta profundos cambios y prueba de eso es que en el mercado europeo las marcas japonesas, históricamente sinónimo de innovación y eficiencia, han debido recurrir a fabricantes chinos para cumplir con las estrictas metas de emisiones de CO2 impuestas por el bloque de países. Nissan y Mazda, publica motor.es, son los últimos ejemplos de una estrategia que refleja el nuevo equilibrio global en un sector que transita rápidamente a la electromovilidad y tecnologías más amigables con el planeta.
El avance de las normativas medioambientales europeas ha puesto bajo presión a muchos fabricantes, obligándolos a reducir las emisiones promedio de su flota o enfrentar sanciones de hasta 95 euros por cada gramo de CO2 excedido, multiplicado por el total de vehículos vendidos. Ante este escenario, la Comisión Europea permite formar “pools” o agrupaciones de emisiones entre fabricantes.
Este mecanismo posibilita que una marca con exceso de emisiones se asocie con otra que cumple por debajo de lo permitido, comprando créditos de carbono a un costo menor que las multas. En esta dinámica, Nissan y Mazda han optado por aliarse con fabricantes chinos líderes en electromovilidad.
En esa línea Nissan cerró un acuerdo con BYD, el mayor productor mundial de vehículos eléctricos enchufables. Esta colaboración busca reducir su promedio de emisiones mientras la marca reformula su gama eléctrica con modelos como los nuevos Micra y LEAF, además de un próximo Juke cero emisiones.
Por su parte, Mazda, que desde inicios del año formaba parte de un “pool” con Tesla, decidió apoyarse en su socio chino Changan. Juntos desarrollan una nueva línea de eléctricos, entre ellos los futuros Mazda 6e y CX-6e, diseñados para consolidar su presencia en un mercado europeo cada vez más competitivo.
Este cambio de rumbo, agrega el artículo, deja de manifiesto la pérdida de protagonismo de las marcas japonesas en el terreno de los vehículos eléctricos, segmento que hoy es ampliamente dominado por los fabricantes chinos. Durante décadas, Japón marcó el compás tecnológico de la industria, pero la transición energética está modificando el liderazgo global. El caso de Nissan, pionera con el LEAF hace más de una década, ilustra este cambio.
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