Para dentro de cinco años se manufacturará como máximo 1 millón de unidades en México.
La posibilidad de que en 2030 la fabricación de autos eléctricos alcance el 80 por ciento en México es inviable, según advirtió René Mendoza Acosta, presidente nacional de la Cadena de Proveedores de la Industria en México (Capim). Destacó que la falta de infraestructura adecuada y la necesidad de reinventar la red de proveedores nacionales imposibilita alcanzar esa meta en tan corto plazo.
Mendoza resaltó, en conferencia de prensa en la ciudad de Puebla, que el mayor desafío para el país es la carencia de estaciones de carga, así como la infraestructura urbana insuficiente, ya que un vehículo eléctrico es 30 por ciento más pesado y, por lo tanto, provoca un deterioro acelerado en puentes y vialidades.
“Creo que alrededor del 2030, que ellos hablaban del 80 por ciento, vamos a andar como en un 25 por ciento, que ya es un millón de vehículos”. Aunque valoró el incremento en la producción, señaló la diferencia sustancial con respecto a los objetivos fijados por la industria automotriz.
El dirigente de la CAPIM subrayó que más de 2 mil proveedores corren el riesgo de quedar fuera de la cadena productiva automotriz si no logran adaptarse a las demandas que impone la electromovilidad.
Frente a lo que consideró inminente desaparición de los motores de combustión interna y sus piezas, calificó como urgente la reconversión de la proveeduría nacional para evitar la pérdida masiva de empleos”.
En el marco del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), Mendoza recordó que se exige un 75 por ciento de contenido regional en los vehículos ensamblados en México; sin embargo, reconoció que actualmente el sector apenas alcanza entre 60 y 65 por ciento.
De acuerdo con datos presentados por Mendoza, durante el primer semestre del año la producción nacional de vehículos eléctricos duplicó la cifra registrada en el mismo periodo del año anterior. Esto, sin embargo, representa una fracción mínima frente a los más de 3 millones de autos fabricados cada año en el sector automotriz tradicional.
Para el especialista, el margen entre la producción actual y la meta propuesta evidencia el tamaño del reto que enfrenta el país, tanto en el ámbito industrial como en el de formación de talento y adaptación tecnológica.
Mendoza recordó que el Plan México, política industrial impulsada por el gobierno federal, contempla el fortalecimiento de la cadena productiva con incremento del contenido nacional.
Afirmó que el proceso de transición hacia la electromovilidad es irreversible, pero requerirá una ruta adaptativa y coordinada entre sectores público y privado.
Reiteró la urgencia de crear políticas públicas que incentiven la inversión en infraestructura, tecnología y reconversión industrial, de modo que el sector automotriz en México pueda competir en el nuevo escenario global.
El presidente de la Capim anunció que Puebla será sede de “E-Experience, La Expo de Electromovilidad y Alta Tecnología 2026”, los días 25 y 26 de febrero de 2026.
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