Europa enfrenta retos clave en la industria automotriz, como la transición eléctrica y la competencia china. En este escenario, México se posiciona como un aliado estratégico, gracias a su capacidad industrial.
Ciudad de México, 5 de diciembre de 2024.- La industria automotriz europea, históricamente un símbolo de liderazgo, se encuentra en una situación retadora. Factores como la competencia global, los altos costos de producción, la transición tecnológica hacia los vehículos eléctricos y el crecimiento exponencial de los fabricantes chinos están transformando el panorama. En este contexto, las OEMs europeas, desde Volkswagen hasta proveedores como Bosch, enfrentan desafíos que redefinirán el sector y su posición global.
Europa frente a la competencia china y la transición eléctrica
Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Europa, es el reflejo más claro. Por primera vez en sus 87 años de historia, la compañía considera el cierre de plantas, una señal contundente de la presión económica y la pérdida de competitividad en Alemania. Al respecto de esta decisión, miles de trabajadores de Volkswagen iniciaron paros temporales este lunes 2 de diciembre, como respuesta a los planes de la empresa de cerrar tres plantas en Alemania y recortar beneficios laborales, incluyendo una reducción del 10% en los salarios y modificaciones a los planes de pensiones.
Estas acciones nacen del supuesto de que la nación ha dejado de ser un lugar atractivo para la manufactura debido a los altos costos y la creciente competencia de los fabricantes chinos, particularmente en el segmento de vehículos eléctricos. A esto se suma la pérdida de relevancia de Volkswagen en China, su mercado más grande. Esta situación ilustra cómo la estrategia de las automotrices europeas, que tradicionalmente dependían de mercados internacionales, se tambalea frente a nuevos actores que dominan con precios agresivos y tecnología avanzada.
Otro caso relevante es el de Stellantis. En su planta de Mirafiori, Italia, la empresa suspendió temporalmente la producción del Fiat 500e, un modelo eléctrico que no logró captar la demanda esperada. Esta decisión no solo refleja las tendencias del mercado interno europeo, sino también los retos para competir en un entorno dominado por fabricantes chinos como BYD y Geely, cuyas ventas en Europa han crecido exponencialmente gracias a productos accesibles y subvencionados. Stellantis planea transformar la planta con una inversión de 100 millones de euros, pero enfrenta caídas significativas en América del Norte, con ingresos netos que descendieron un 14% y ganancias netas que se redujeron un 48% en el primer semestre de 2024. Sumado a esto, se encuentra la renuncia abrupta de su CEO, Carlos Tavares, quien, se menciona, no logró compaginar con el Grupo Stellantis.
También los proveedores, esenciales para el funcionamiento de la industria automotriz, no han sido inmunes. Valeo, con sede en Francia, anunció el recorte de 1,000 empleos y el cierre de dos plantas en ese país. Bosch, líder mundial en piezas automotrices, planea eliminar 5,500 puestos en Alemania para 2032. Feintool, un proveedor suizo, cerrará una de sus fábricas en Alemania y despedirá a 200 trabajadores. Estos movimientos evidencian la presión sobre las empresas Tier 1, que enfrentan no solo la debilidad de la demanda, sino también la necesidad de adaptarse rápidamente a las nuevas tecnologías que exigen menores costos y mayor eficiencia.
El golpe que ha vivido la industria automotriz europea nace del crecimiento de los fabricantes chinos. Empresas como BYD y Geely han ganado una participación considerable en el mercado de vehículos eléctricos en Europa, pasando de representar el 3.9% en 2020 al 25% en 2023. Al respecto, la Unión Europea ha respondido con aranceles para vehículos producidos en China que difieren según el fabricante: 17% para BYD, 18.8% para Geely y 35.3% para la estatal SAIC. Otros fabricantes de vehículos eléctricos en China, incluidos Volkswagen y BMW, estarían sujetos a un arancel del 20.7%, mientras que Tesla tendría una tarifa individual del 7.8%. Esta acción ha provocado que China y la Unión Europea mantengan conversaciones para encontrar una solución alternativa, que incluye el posible establecimiento de un precio mínimo para los vehículos eléctricos chinos en Europa, aunque aún no se ha llegado a un acuerdo.
México: destino estratégico para inversiones automotrices europeas
En este contexto, México se posiciona como un destino clave para las inversiones europeas en la industria automotriz, especialmente en electromovilidad y manufactura avanzada. Durante los primeros tres trimestres de 2024, se acumularon inversiones por 13,582.49 millones de dólares (MDD) en el sector automotriz en México, según el whitepaper “Inversiones Automotrices 3T 2024” de Directorio Automotriz. De este monto, las inversiones europeas desempeñaron un papel significativo, lideradas por Alemania, que aportó un 14.8% del total. Estas inversiones han permitido el desarrollo de nuevas tecnologías, centros de manufactura y cadenas de suministro robustas que buscan responder a las demandas globales. Entre los proyectos más destacados, Volkswagen ha invertido 942 millones de dólares en su planta de Puebla para electrificar la producción. En el Estado de México, Stellantis destinó 1,600 MDD a la reconfiguración de su planta en Toluca para la producción del Jeep Wagoneer S eléctrico.
La industria automotriz mexicana podría convertirse en un actor clave. Con una infraestructura robusta y costos laborales competitivos, el país ofrece ventajas significativas para las empresas automotrices que buscan diversificar su producción y mitigar riesgos geopolíticos. México ya alberga inversiones de compañías como BMW, la cual invirtió 872 millones de dólares para su nueva línea de montaje de vehículos eléctricos y una planta de fabricación de baterías de alto voltaje en San Luis Potosí, y Audi que invertirá más de mil millones de euros para producir vehículos eléctricos con tecnología E-Tron en su planta ubicada en San José Chiapa, Puebla. Mientras tanto, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) también juega un papel crucial. Las reglas de origen favorecen a los vehículos producidos en México para cumplir con los requisitos de contenido regional, lo que atrae a las empresas europeas interesadas en exportar a Norteamérica. Además, la proximidad de México a Estados Unidos, el mercado automotriz más grande del mundo, lo convierte en un destino estratégico para que se expandan estas OEMs europeas.
México enfrenta desafíos en infraestructura y el desarrollo de tecnologías para baterías y componentes eléctricos. No obstante, se perfila como un líder en la región, siempre que logre capitalizar sus ventajas competitivas y superar sus limitaciones estructurales. Mientras los fabricantes europeos luchan por adaptarse a un entorno cambiante y enfrentan la competencia china, México emerge como una opción estratégica para diversificar la producción y mantenerse competitivo globalmente.
Publicado originalmente por: https://www.clusterindustrial.com.mx/noticia/8442/retos-en-la-industria-automotriz-en-europa-mexico-se-perfila-como-destino-estrategico-para-las-oems
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