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Nos encontramos en la era del conocimiento y de la mentefactura, en donde el factor estratégico de producción y la nueva fuente de ventaja competitiva sustentable es el capital intelectual. México y Estados Unidos construyen alianzas para generar una competitividad sistémica. La clave de esta nueva etapa de integración es que ambos países incrementen el nivel de competitividad, que en ambos lados de la frontera se registre avance. A esta posibilidad, destaca René Villarreal, se le conoce como alianzas estratégicas no subordinadas. Y ofrece una metáfora, es como cuando los pájaros, para romper el aire y llegar más lejos, vuelan en “V” y no en una parvada desordenada.

Considerado el creador del término y los fundamentos del concepto “mentefactura”, el doctor René Villareal Arrambide analiza para la revista Fortuna, Negocios y Finanzas, las nuevas tendencias que están marcando las nuevas políticas de relocalización de cadenas productivas que se aprobaron en Estados Unidos.

Doctor por la Universidad de Yale y ganador del Premio Nacional de Economía con su tesis Industrialización, Competitividad y Desequilibrio Externo en México: Un Enfoque Macroindustrial y Financiero 1929-2010, Villarreal asegura que el mundo se está moviendo una vez más en bloques, pero esta vez son bloques comerciales, empresariales y económicos, desde el sudeste asiático hasta América del Norte.

Explica que la diferencia la está marcando la integración que logran los países que participan en estos bloques

Por eso, en entrevista, Villarreal asegura que el énfasis para México es contar con una fábrica regional bien integrada para incrementar las exportaciones. Así será posible competir con China porque en este continente no están integrados.

Ahora, Estados Unidos tiene un claro interés geopolítico de favorecer a México por encima de China, de integrar la cadena productiva entre Estados Unidos y México. China ha decidido desarrollar toda su cadena productiva en Asia. Mientras tanto, México y Estados Unidos enfocan los esfuerzos a desarrollar una relocalización cercana, un verdadero nearshoring. Las inversiones en Chile y Brasil no pueden considerarse nearshoring.

Por ello, desde hace varias décadas, en México los clústeres, como los que operan en la industria automotriz, han aportado conocimiento estratégico para elevar la competitividad frente a poderosos competidores como China.

Bajo este enfoque, México es el mayor beneficiario de este enfoque de relocalización de empresas. Así, la instalación de la planta de Tesla en Santa Catarina, Monterrey, está impulsando la conformación de un clúster que se integrará con las operaciones en Austin y en Ramos Arizpe, un triángulo que conformará un clúster regional para el sector automotriz generando economía de aglomeración y claras ventajas competitivas.

El camino es claro, dice Villarreal. México tiene que formar polos regionales y tratar de integrar clústeres regionales.

Incluso, las empresas chinas que quieren seguir vendiendo al mercado norteamericano no sólo están invirtiendo directamente, sino que están integrando a una cadena de proveedores

Sin subordinación la alianza

La clave de esta nueva etapa de integración es que ambos países incrementen el nivel de competitividad, de que en ambos lados de la frontera se registre avance. A esta posibilidad, destaca Villarreal, se le conoce como alianzas estratégicas no subordinadas.

“¿Por qué hablamos de esto? Y pongo este ejemplo: cuando los gansos vuelan en parvada, tienen un rango de vuelo de 100 kilómetros. Si vuelan en una estrategia V, tienen un rango de vuelo de 171 kilómetros, 71 por ciento más de rango de vuelo. ¿Por qué? Porque el que va adelante rompe el viento, ese es líder, los demás pueden descansar un poco más. Cuando este se agota, pasa atrás y pasa otro a tomar el liderazgo y avanzan de manera de trabajo en equipo. No vuelan a los tornados en parvada, vuelan en una estrategia V”, indicó Villarreal.

De esta forma, en el nearshoring, en las alianzas subordinadas se trabaja en equipo para poder aspirar a un mayor desarrollo; a volar más alto y llegar más lejos.

“Si trabajamos en equipo, la sociedad mexicana, tanto trabajadores como empresarios, como gente del gobierno, y todos vamos en una dirección, podemos volar más alto y llegar más cerca, y el rango de vuelo va ampliando. Ese es el potencial y el reto que tenemos en México para ser una potencia económica a nivel internacional”, aseguró el doctor René Villarreal.

Asociatividad, competitividad Sistémica y cadena global de valor

En la nueva economía, explica René Villarreal, el modelo de competitividad sistémica son las empresas y los mercados, los cuales dominan la dinámica del cambio. Las principales características que rigen a todas las actividades económicas y que son, al mismo tiempo, causa y consecuencia de los cambios estructurales y de las transformaciones en la organización y operación del mismo capitalismo global son: la globalización, la interdependencia y la incertidumbre.

En este sentido, la nueva economía está determinada por tres impulsores fundamentales:

  1. La transición de la era industrial a la nueva era del conocimiento.
  2. El capital intelectual surge como el factor estratégico de la competitividad internacional que mueve al mundo de la economía y de los negocios hacia la nueva economía del conocimiento y la información.
  3. La elevada movilidad de los factores de producción, el crecimiento del comercio intra-firma y la era del conocimiento que dejan atrás el paradigma neoclásico de la ventaja competitiva basada en la dotación de factores; es decir, en la mano de obra barata para los países en desarrollo.

Así, agrega Villarreal se genera esta transformación, tal y como alguna vez la economía pasó de la era agrícola a la industrial, de la industrial a la tecnológica. Ahora – enfatiza –   nos encontramos en la era del conocimiento y de la mentefactura, en donde el factor estratégico de producción y nueva fuente de ventaja competitiva sustentable es el capital intelectual.

De esta forma, el cambio es continuo, rápido y simultáneo. Al pasar del mundo del ceteris paribus (todo permanece constante) al mutatis mutandis (todo cambia al mismo tiempo), generando mayor incertidumbre y menor predictibilidad en la economía y los negocios.

De esta manera, la única constante es el cambio y lo único cierto es la incertidumbre.

Publicado originalmente por: https://revistafortuna.com.mx/2024/03/29/pasar-de-la-manufactura-a-la-mentefactura/

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